
MOSAICISTAS:
Dibujantes / Realizadores:
Llu�s Br� i Salelles
Mag� Fita
Jeroni Granell
Mario Maragliano Navone
Eliseu Querol
Algunos arquitectos modernistas con
aplicaciones de mosaico en su arquitectura:
Llu�s
Dom�nech i Montaner
Antoni Maria
Galliss� i Soqu�
Antoni
Gaud� i Cornet
Josep Maria Jujol i Gibert
Josep
Puig i Cadafalch
Salvador Valeri i Pupurull
Fabricantes de mosaico hidr�ulico:
Butsems
Escofet
OrsolaSol�
Bulet
Fabricantes de mosaico crist�lico:
Germans Oliva |
El
mosaico
es uno de los elementos decorativos m�s antiguos que se conocen y es muy
utilizado en la arquitectura Modernista.
Historia:
Generalidades:
Antig�edad:
Los primeros antecedentes conocidos de mosaico se sit�an en Turqu�a en la
regi�n de Anatolia en los alrededores del siglo VII a.C. y son pavimentos de
guijarros.
En el siglo IV a.C. en Pella - Macedonia, Grecia - se realizan pavimentos
coloreados y con sombras por dar volumen a las figuras. Posteriormente, en el
siglo II a.C. en la ciudad de P�rgamo ya encontramos mosaicos hechos con
piedras cortadas que corresponden a una concepci�n parecida a la actual.
Otras excavaciones en �reas de la Mesopot�mia (Ur y Uruk) y en Grecia y Roma
han permitido conocer otros mosaicos de estos tiempos tan remotos, incluso se
conoce el nombre de artistas mosaicistas de la antig�edad como Hefesti�n autor
de los mosaicos del Palacio del rey Eumenes que ya utiliz� fragmentos de
vidrio combinados con piedra natural y Sosos de la ciudad de P�rgamo de quien
se conserva una copia romana de uno de sus trabajos.
A partir del siglo I a.C. la t�cnica de los mosaicos se implanta con fuerza,
pero siempre son utilizados como pavimento. Marco Vitruvio y Plinio el Viejo
ya nos describen con detalle las t�cnicas.
A medida que se va implantando el cristianismo, los mosaicos pasan tambi�n a
embellecer las paredes, llenan las b�vedas y las c�pulas de las iglesias.
Pero, no s�lo las iglesias se adornan con mosaicos, tambi�n el mosaico vuelve
a sus or�genes en el Oriente medio, donde numerosas mezquitas - la Meca,
Medina y Damasco - presentan unas maravillosas decoraciones de mosaico.
Renacimiento: en Europa, nuevamente en Italia y en el siglo XV,
en la Florencia de los M�dicis renace con fuerza el mosaico, de lo que
tenemos un impresionante ejemplo en la Anunciaci�n de Ghirlandaio.
M�s tarde la decoraci�n de la Bas�lica de Sant Pedro en Roma permiti�
consolidar el importante renacimiento de esta t�cnica.
El
mosaico en Catalu�a: El mosaico tiene tambi�n una antiqu�sima
tradici�n en Catalu�a. Los primeros mosaicos que se conservan en Emp�ries,
constituyen una buena muestra de ello. Durante los siglos I y II se sigue la
moda romana con pavimentos geom�tricos en blanco y negro de los que
encontramos ejemplos en poblaciones como Barcelona (Barcino), Caldes de
Montbui y Badalona (Baetulo).
Todav�a dentro del periodo de dominaci�n romana, vamos encontrando numerosos
ejemplos de mosaicos que se conservan en varias poblaciones del pa�s como
Sabadell - imagen de Poseid�n -.
Hacia el siglo III los mosaicos pasan a ser policromos, pertenecen a este
periodo los mosaicos con motivos de carreras en el circo de Barcelona y Bell-lloc
y los motivos funerarios de Centcelles.
En cada per�odo de la historia de Catalu�a vamos encontrando ejemplos de este
arte. Pavimentos en las iglesias paleocristianas de Terrassa. Mosaicos
sepulcrales en Barcelona, Sant Cugat del Vall�s, Terrassa y Tarragona. M�s
tarde, ya en el siglo XII nos encontramos con elementos decorativos en el arte
rom�nico con los notables ejemplos de Sant Miquel de Cuix� o Santa Maria de
Ripoll.
La tradici�n mosaicista se mantuvo y a finales del siglo XIX el modernismo fue
un elemento impulsor de primera categor�a. No en vano, el decorativismo tan
caracter�stico de este periodo, fue una ayuda importante para el desarrollo de
todas las artes decorativas y en particular el mosaico.
Es conocido que frecuentemente se define m�s un edificio como Modernista por
su decoraci�n que por sus caracter�sticas estructurales. Esto dio una
extraordinaria relevancia y riqueza al mosaico que fue un elemento decorativo
muy usado. Los elementos decorativos como los pavimentos, los vitrales, yesos,
piedra esculpida, la cerrajer�a, los revestimientos cer�micos y el mosaico,
son determinantes para atribuirle este car�cter modernista a un edificio.
El papel
de los artistas:
Los dibujantes y decoradores tienen, pues, un papel muy importante, junto a
los arquitectos, en el dibujo ornamental. Este papel ha sido muy poco valorado
hist�ricamente, pero cada vez es m�s investigado y se conoce mejor (gracias a
la tarea de un numeroso grupo de estudiosos que est�n profundizando en el
conocimiento de esta especialidad), la val�a y el papel muy importante que
desarrollaron estos artistas. Hablamos de figuras como
Llu�s Br�, Mario Maragliano y Eliseu Querol.
En el mosaico de la �poca modernista reencontramos dibujos cl�sicos, en la
l�nea del mosaico romano, as� como experimentos de dibujos y colores de nueva
creaci�n dentro de los gustos est�ticos propios del Modernismo que tanto
aport� a la renovaci�n art�stica de las decoraciones exteriores (Casa Batll�,
Palau de la
M�sica, Casa Comalat, etc.), y sobretodo interiores (Institut Pere Mata,
Hospital de Sant Pau, Palau
G�ell e innumerables casas del ensanche de Barcelona muy conocidas por los
delicados mosaicos de tierra, etc.).
Variedades:
El
mosaico tradicional:
Mosaico Romano: Est� realizado a partir de materiales de gran
dureza, normalmente m�rmol, lo que lo hace muy adecuado para los pavimentos.
Consiste en la aplicaci�n de peque�as piezas - teselas - de este material de
varios colores, de tal manera que se hagan dibujos de un gran valor
decorativo.
Dentro del Modernismo, adem�s del m�rmol, se utiliza el gres que a su
resistencia une la posibilidad de incorporar una gran diversidad crom�tica.
Mosaico Cer�mico: Se hace a partir de piezas cer�micas de formas
regulares. Se utiliza m�s bien para el revestimiento de paredes, techos y
columnas, puesto que no es tan resistente como el m�rmol o gres normalmente
utilizado en los pavimentos. Este mosaico es el que m�s se utiliz� durante el
Modernismo
Mosaico Veneciano: Es un m�todo de gran belleza, puesto que est�
realizado con teselas de vidrio opaco que en su origen se produc�an en las
fabricas de vidrio de los alrededores de Venecia, en Murano y otras
poblaciones. Al tratarse de un material de alto coste y de no demasiada
resistencia, puesto que es un material cocido, se ha usado tradicionalmente
para mosaicos peque�os y para recubrimientos verticales.
En el periodo del Modernismo no se utiliz� demasiado en Catalu�a y en cambio
en el Noucentisme se us� con m�s frecuencia.
El
trencad�s:
Lo tratamos como un elemento
diferenciado de los anteriores, puesto que se trata de una t�cnica de
aplicaci�n relativamente nueva que no se utiliz� hasta el Modernismo y que fue
impulsado como m�todo decorativo por Gaud� y sus
disc�pulos, muy especialmente Jujol.
En el trencad�s, normalmente las teselas irregulares son de cer�mica u otros
materiales de f�cil fragmentaci�n. Esto permiti� realizar magnificas obres de
arte con restos de baldosas rotas (de aqu� el nombre de trencad�s) que de otra
manera no tendr�an ninguna utilizaci�n pr�ctica.
Normalmente el trencad�s se utiliza para la decoraci�n de superficies
verticales exteriores, en que gracias a su policrom�a, incluso con piezas de
reflejo met�lico, se obtienen efectos decorativos de una gran variedad y
riqueza.
Por otra parte, en el que se denomina m�todo de aplicaci�n directa, en que las
teselas se ponen directamente cara arriba sobre la superficie de mortero
blando, normalmente sin dise�o previo, se crean desniveles que permiten un
reflejo de la luz sobre los diferentes fragmentos.
El trencad�s tiene la ventaja de su r�pida aplicaci�n y de ofrecer un dise�o
muy espont�neo.
El
mosaico hidr�ulico:
No podemos dejar de mencionar esta
modalidad que tan intensamente se utiliz� durante el modernismo y
posteriormente en Catalu�a.
El mosaico hidr�ulico se emplea frecuentemente como pavimento de interiores.
Se compone de baldosas de mortero de cemento hidr�ulico, amoldadas y
prensadas, en que la capa superior que es la visible, presenta un acabado fino
normalmente con dibujos geom�tricos.
T�cnicas:
M�todo
Indirecto: se dibuja primero una plantilla a medida real sobre la que
se encolan las teselas siguiendo la forma del dibujo. El papel con el dibujo
tapa, pues, el mosaico del que s�lo se puede ver el reverso. Esta operaci�n se
realiza normalmente en el taller y una vez llevada a cabo, se adhiere en su
ubicaci�n final al mortero por la esquina del reverso. Cuando est� seco, se
quita el papel con esponja y agua, quedando a la vista le anverso con una
superficie lisa y nivelada.
M�todo Directo: Las teselas se ponen cara arriba, directamente
sobre el mortero blando, generalmente sin dibujo previo. La apariencia final,
queda, pues, no tan perfecta como con el M�todo Indirecto, pero los desniveles
y cambios de plano que quedan en la superficie, dan al acabado efectistas
reflejos de luz.
El trencad�s: Se puede realizar de variadas maneras, tal y como
estudios recientes de especialistas del Museo de Can Tintur� en Esplugues de
Llobregat y muy especialmente por parte de la estudiosa Marta Salin� han
podido determinar:
� 1) De manera aleatoria, como dec�a en Gaud� "A pu�ados se tienen que
poner, si no, no acabaremos nunca".
� 2) Con creaci�n de nuevas formas a partir de los dibujos de las teselas
irregulares.
� 3) Con dibujos originales fragmentados.
� 4) Con fragmentos juntados por similitud de colores y/o tonalidades.
� 5) Con detalles extra�dos de las baldosas.
� 6) Con fragmentos del mismo motivo, que ampl�an el dibujo original.
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