
CERAMISTAS:
Dibujantes / Decoradores:
Joan Baptista Al�s i Peris
Llu�s Br� i Salelles
Mateu Culell i Aznar
Adri� Gual
Josep Pasc�
Josep Llu�s Pellicer
L. Planas i Calvet
Francesc Quer i Selves
Alexandre de Riquer i Ynglada
Antoni Sal�
Josep Triad�
Algunos arquitectos con proyectos de decoraci�n
cer�mica:
Antoni
Gaud� i Cornet
Llu�s
Dom�nech i Montaner
Josep Font i Gum�
Antoni Maria
Galliss� i Soqu�
Josep
Puig i Cadafalch
Manel Joaquim Raspall i Mallol
Fabricantes
(en Catalu�a):
En Barcelona:
Oliva Hermanos
Torres, Mauri y Cia.
En Arenys de Mar:
�ngel Anchisi
En Esplugues de Llobregat:
Pujol i Bausis
En l'Hospitalet:
Cosme Toda
En Reus:
Isidre Llevat
Hip�lit Monseny
Fabricantes (en el Pa�s Valenci�):
En Benicalap:
Ceramo
En Burjassot:
Valencia Industrial
En Castell� de la Plana:
Falomir e Iba�ez
Fernando Diego
Gomez i Soriano
Manuel Porcar
Joan B. Segarra Bernat
En Manises:
Eloy Dominguez
Josep Gimeno Planells
Jos� Maria Martinez
Francesc Monera Gil
Francesc Valldecabres
En Onda:
La Campana de
Elies Peris
Bautista Galvez
Segarra i Gimeno
En Val�ncia:
Dominguez Hermano
Hijos de Justo Vilar
La Rosa
Trigo
Fabricantes (en Mallorca):
Pere Joan Aguil� Forteza
Vicen� Lloren� Rub�
La Roqueta
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La cer�mica
es uno de los elementos decorativos m�s antiguos que se conocen y fue muy
utilizado en la arquitectura Modernista.
Historia:
Generalidades:
Durante el Modernismo, los arquitectos fueron ampliando su campo de actuaci�n,
desde su inicial funci�n m�s orientada hacia el proyecto y direcci�n de la
construcci�n, hasta asegurar tambi�n una coordinaci�n de la decoraci�n
exterior e interior, actividad esta que se convirti� en muchos casos en un
elemento esencial de su actividad.
Es conocido que frecuentemente se define m�s un edificio como Modernista por
su decoraci�n que por sus caracter�sticas estructurales. Esto dio una
extraordinaria relevancia y riqueza a la cer�mica que pas� a ser uno de los
elementos decorativos m�s usados. Efectivamente, el car�cter modernista de un
edificio no viene dado frecuentemente por el dise�o o las t�cnicas utilizadas,
sino por el elementos ornamentales que decoraban sus fachadas o sus
interiores.
Los elementos decorativos como los pavimentos, los vitrales, yeso, piedra
esculpida, la cerrajer�a y, sobre todo, los revestimientos cer�micos, son
determinantes para atribuirle este car�cter modernista a un edificio.
El papel de
los artistas:
Los dibujantes y decoradores tienen, pues, un papel muy importante, junto a
los arquitectos, en el dibujo ornamental. Este papel ha sido muy poco valorado
hist�ricamente, pero cada vez es m�s investigado y se conoce mejor (gracias a
la tarea de un numeroso grupo de estudiosos que est�n profundizando en el
conocimiento de esta especialidad), la val�a y el papel muy importante que
desarrollaron estos artistas. Hablamos de figuras como las de
Alexandre de
Riquer, Adri� Gual, Llu�s
Br�, Mario Maragliano, Joan Baptista Al�s o Francesc Quer, sin olvidar las
realizaciones muy importantes en este campo de grandes arquitectos como
Gaud�, Dom�nech i Montaner,
Font i Gum�, Puig i Cadafalch,
Galliss�,
Raspall y muchos otros.
En la cer�mica de la �poca modernista encontramos experimentos de dibujos y
colores bastante audaces, como contraste ante el academicismo y la rigidez del
eclecticismo - contra el que el modernismo constituye una reacci�n - que
trajo, entre otras muchas cosas, la renovaci�n art�stica de las
decoraciones exteriores (Casa Batll�,
Palau de la
M�sica, etc.), y sobre todo interiores (Institut Pere Mata,
Hospital de Sant Pau, Palau
G�ell, etc.) de los edificios y dentro de esta decoraci�n. a una
utilizaci�n muy intensa de recubrimientos cer�micos. La combinaci�n de arte e
industria, que se planteaba dentro de la ideolog�a de los Arts and Crafts,
ayudada por los avances t�cnicos de la segunda mitad del siglo XIX,
permitieron elaborar modelos innovadores, extraordinariamente creativos y a
generalizar su uso.
El castell
dels tres dragons:
En este proceso, el Taller del �Castell dels Tres Dragons� (Castillo de los
tres dragones), que impuls� Llu�s Dom�nech y Montaner, fue una iniciativa
pionera creada con el objetivo de recuperar artes y procedimientos antiguos,
entre ellos la cer�mica, para aplicarlos a la nueva arquitectura modernista.
El Taller se cre� a ra�z de la Exposici�n Universal del 1888, el
acontecimiento m�s importante de la Barcelona de los �ltimos a�os del siglo
XIX. Una vez clausurada, empez� el derribo de los pabellones y edificios de
car�cter temporal, pero se conservaron algunos, como el Caf�-Restaurante
de Dom�nech i Montaner, denominado popularmente �Castell dels Tres Dragons�.
Como que el inmueble no se hab�a acabado del todo para la Exposici�n, el
Ayuntamiento encarg� a Dom�nech nuevamente la direcci�n de las obras y
convertirlo en Museo de la Historia. Dom�nech acept� el ofrecimiento y para
llevarlo a cabo, acab� la torre m�s alta, denominada Torre del Homenaje, la
decoraci�n y otras reformas de acondicionamiento.
Un planteamiento decisivo para el futuro del Modernismo, fue la instalaci�n de
varios obradores en los que tuvieron una importante presencia artistas como el
escultor Eusebi Arnau, el vidriero art�stico Antoni Rigalt o el ceramista Pau
Pujol y Vila (de la f�brica Hijo de Jaime Pujol i
Bausis), a los cuales se sumaron arquitectos como Galliss� y Josep Puig i
Cadafalch.
Renacimiento
de m�todos tradicionales:
Todos el artistas mencionados ten�an inter�s en reencontrar los m�todos que
los antiguos artesanos hab�an utilizado, para recuperarlos, adaptarlos y
aplicarlos a la arquitectura
modernista que iniciaba su expansi�n. Los contactos entre estos artistas y
artesanos fueron muy provechosos, porque les permit�an intercambiar
experiencias, discutir propuestas y dibujar modelos. Varios ceramistas
trabajaron para las obras del edificio, como Pau Pujol i Vila, Baldomer
Santig�s y Josep Ros que aport� t�cnicas modernas de reflejo met�lico.
Desgraciadamente el Taller fue una experiencia de muy poca duraci�n al haberse
de instalar en el edificio el Museo de la Historia.
Todos los conocimientos que esta iniciativa permiti� acumular, est�n hoy en
d�a presentes en toda la geograf�a de Catalu�a, en cientos de edificios de
arquitectos modernistas - Gaud�, Dom�nech, Puig y Cadafalch, Galliss�, Font i
Gum�, Bassegoda, Jujol, .... - que todav�a presentan - en muchos casos - un
estado de conservaci�n notable y una belleza que se inscribe en la brillante
historia del arte catal�n.
La f�brica
Pujol i Bausis:
La abundante informaci�n que nos queda de la f�brica Pujol i Bausis,
ha permitido reconstruir los or�genes y destinos de buena parte de la
producci�n cer�mica de la �poca, de tal manera que hoy es posible conocer a
gran parte de los artistas dise�adores que colaboraron con la fabrica que
decor� una gran cantidad de edificios modernistas en Catalu�a.
Dentro de este cap�tulo, intentamos diferenciar la tarea de los artistas
(arquitectos y dibujantes) de la de los fabricantes, pese a que los l�mites
son a veces difusos y las vertientes t�cnica y art�stica a menudo se
confunden.
T�cnicas:
La base
cer�mica y la t�cnica decorativa:
La base a decorar estaba constituida generalmente por baldosa de varias
medidas fabricada con arcilla (arcilla calc�rea y arcilla ferruginosa). Sobre
esta base a la que ya se le hab�a hecho una primera cocci�n, se a�ad�a una
segunda cubierta realizada a partir de �xidos naturales y colorantes. En una
segunda cocci�n ya se habr�a incorporado el color con barnices.
Si la base era de arcilla y se aplicaba un barniz transparente, quedaba una
baldosa en que se ve�a el color marr�n del fondo. Por lo tanto, hac�a falta
aplicar un barniz blanco - de �xido de esta�o y otros elementos - sobre la
arcilla cuando ya se hab�a hecho la cocci�n. Sobre esta superficie blanca, se
realizaba la pintura en diferentes colores, a partir de una plantilla, a mano alzada o a mano alzada sobre
estarcido. Los procesos de cocci�n se
realizaban en hornos �rabes.
Las
plantillas:
el estarcido, la plantilla
y otros procedimientos:
Los dibujos realizados por
artistas, arquitectos (Dom�nech i Montaner, Antoni Galliss�, Puig i Cadafalch,
etc.) o dibujantes (Llu�s Br�, Joan B. Al�s, Francesc Quer, etc.) se
entregaban a la f�brica donde se realizaba el estarcido (papel con las
l�neas del dibujo perforadas), que serv�a de plantilla al pasar encima la
mu�eca de carb�n o el estarcidor lleno de polvo del mismo material calcando el
dibujo. Este procedimiento se utilizaba normalmente para la realizaci�n de
piezas �nicas o de muy poca repetici�n.
Otro
procedimiento de dibujo de las baldosas era la plantilla que consist�a en papel encerado que conten�a el recorte
del dibujo a realizar. Este procedimiento se utilizaba para hacer un n�mero
importante y repetitivo de baldosas
Finalmente,
tambi�n se utilizaba el procedimiento dicho de la arista o cuenca
en que el dibujo se grababa en un molde de yeso con las l�neas en relieve. Las
l�neas serv�an para que los colores no se mezclaran, haciendo el pintado mucho
m�s f�cil.
Las
baldosas seriadas con variaciones:
Se trata de baldosas de tem�tica repetitiva que permiten reiterar
infinitamente un dibujo. Se utiliza en porter�as, escaleras, pasillos y otras
dependencias, por su gran belleza e higiene, el ejemplo m�s com�n es el de los
arrimaderos. Permiten muchas variaciones a partir de un �nico dibujo cambiando
los colores, su intensidad, los fondos, etc.
Otras
t�cnicas:
Una t�cnica poco conocida y totalmente diferente de la cer�mica pero con las
mismas aplicaciones, fue la de Cart�n litografiado que Hermenegild Miralles
desarroll� con cierto �xito comercial durante los primeros a�os del siglo XX.
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Dos muestras de baldosas
seriadas con variaciones |
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