
Pau Pujol i Vila que dirigi� la empresa
en la
�poca anterior al Modernismo,
con su mujer y dos hijas. |
Historia:
Los
inicios:
Las primeras noticias sobre
la empresa las hallamos el 12 de Julio de 1858 en que Joan Terrada y
M�rius Gourde se asocian para constituir una "f�brica de ladrillos". El
28 de julio, Bartomeu Asmarats otorga en censo un terreno de media
mojada (2450 m2) el lugar que hoy ocupa la f�brica.
La sociedad fundada no cont� con la necesaria armon�a entre los socios y
se disolvi� por sentencia de 4 de febrero de 1861. A partir del 26 de
febrero de 1862 la f�brica se manten�a cerrada, causando baja a efectos
de contribuci�n. El 28 de febrero de 1863 se firma un acuerdo de
sociedad entre Joan Terrada y Jaume Gelbert con el prop�sito de
continuar la producci�n de baldosas, pero el 23 de agosto del mismo a�o
la sociedad se disolvi�.
La f�brica sigue inactiva hasta que en una fecha desconocida entre los
a�os 1870 y 1875, la familia Pujol empieza a gestionarla. Jaume Pujol
toma la direcci�n de la fabrica en el a�o 1874. En el a�o 1876 se hace
propietario del 100% y sigue dirigi�ndola, con la ayuda de los suyo hijo
Pau, hasta su muerte en el a�o 1892.
El periodo
del Modernismo:
El hijo de Jaume Pujol, Pau Pujol i Vila lo sucede y dirigir� la f�brica
durante la �poca de m�s esplendor, en pleno triunfo del Modernismo. En esta
�poca la f�brica se denomina "Hijo de
Jaume Pujol y Bausis", aunque popularmente se la conoce como "La Rajoleta".
La f�brica experimenta un fuerte crecimiento que obliga a incrementar la
capacidad de producci�n con nuevos hornos que permiten una m�s variada y r�pida
producci�n.
Las instituciones que han recuperado su patrimonio documental, guardan una
importante documentaci�n de esta �poca que incluye dibujos de
Dom�nech i Montaner, de Antoni Galliss�
y de Puig i Cadafalch y que eran la base para el dise�o
de muchas de las producciones de la f�brica. En el cat�logo todav�a podemos ver
muchos de estos dibujos, pero todav�a mejor, muchos edificios en Catalu�a
conservan estas baldosas que se pueden ver en el Institut Pere Mata de Reus,
en las Casas Lle� Morera,
Amatller, Mart� -Els Quatre Gats-,Macaya,
etc. de Barcelona, la casa Puig i Cadafalch en Argentona y otras muchas.
En el a�o 1901, entra a trabajar en la f�brica como director art�stico Joan
Baptista Al�s, que sigue hasta 1904, corto periodo en que realiza una importante
labor en el campo del dise�o que exige una nueva ampliaci�n de la f�brica.
En la documentaci�n de este periodo, encontramos constantemente referencias a
entregas de importantes cantidades de elementos decorativos que expresamente se
mencionan como "modernistas".
Tambi�n dentro de este periodo, encontramos documentaci�n sobre el pago a
Llu�s Br� de facturas por trabajos realizados para la
firma.
Dom�nech i
Montaner y El Castell dels tres dragons:

En el a�o 1903, Dom�nech i Montaner publica en "La Veu de Catalunya" un art�culo
en que a la vez que alaba la
tarea hecha en el "Castell dels tres dragons" del Parque de la Ciutadella de
Barcelona para la restauraci�n de las artes y procedimientos, fundicion de
bronces y hierros forjados, tierras cocidas y doradas a la valenciana, repujados
de metal, alicatados de may�lica, talla de madera y escultura decorativa "qu'es
feyan allavores rudimentaris o molt malament" (frase en catal�n de la �poca, que
traducido literalmente dice "que se hac�an entonces rudimentarios o muy mal"),
menciona el esfuerzo de muchos artesanos y artistas entre los que figuraba el
nombre de Jaume Pujol, adem�s de otros reconocidos especialistas como Santig�s y
Ros.
Clientes:
arquitectos y particulares:
Este periodo nos brinda una impresionante lista de arquitectos y particulares
que compran materiales a la f�brica.
Entre los arquitectos encontramos nombres como Gaud�,
Dom�nech i Montaner,
Puig i Cadafalch,
Salvador Valeri, Francesc Sell�s, Bonaventura Bassegoda, Josep Font i Gum�,
Enric Sagnier, Josep
Azemar, Manuel Joaquim Raspall, Josep Moncunill.
Entre los particulares encontramos las familias G�ell, Aymerich, Quadras,
Golferichs y otras.
Despu�s del
Modernismo:
La actividad sigue siendo importante una vez superado el modernismo , la f�brica
contin�a con una importante producci�n. En el a�o 1914, se incorpora como
director art�stico, Francesc Quer i Selvas que como antes Al�s, desarrolla una
importante tarea.
La producci�n evoluciona pero hacia productos alejados de la riqueza decorativa
que caracteriz� los a�os del Modernismo. La empresa cierra durante los a�os
sesenta del pasado siglo XX.
La
actualidad:
Afortunadamente tras el cierre de la empresa, se han podido salvar muchos de los
elementos que formaban parte de la f�brica, aparte de mucha documentaci�n, que
como ya decimos m�s arriba, ha servido para desarrollar interesantes estudios
sobre su actividad y en general, sobre la cer�mica, lo que ha permitido crear en Esplugues una considerable estructura de estudio y conservaci�n del que forman o
formar�n parte instituciones como el futuro Museo Pujol i Bausis, el Museo de
Can Tintur� y el Archivo Municipal, a los que est�n adscritos varios
especialistas.
El futuro Museo Pujol y Bausis "La rajoleta" ser� un Centro de cer�mica y
arqueolog�a industrial. Los elemen tos que formar�n parte de �l, son los antiguos
terrenos de la f�brica donde se conservan varios hornos, equipamientos
industriales de la �poca y otros fondos relacionados con la actividad de la
f�brica donde se presentan ya actualmente
exposiciones temporales. Su patrimonio muse�stico, est� constituido por toda la
secuencia de las estructuras
y los elementos m�s significativos del que fue un gran centro productor, como
las bases de decantaci�n, las dependencias de los molinos, el rinc�n del barro,
la m�quina de vapor o el gran conjunto de los hornos de cocci�n con los cuatro
tipos: �rabe, dos soterrados, dos de botella y el de reflejo met�lico.
El Museo de Can Tintur� presenta la colecci�n de baldosa seriada de
Salvador Miquel - m�s de 3000 baldosas de diferentes estilos y modelos de los
siglos XIV al XIX -, siendo el primer museo monogr�fico sobre este tema en todo
el mundo. Peri�dicamente realiza exposiciones temporales como la que presenta
actualmente sobre la figura de Llu�s Br�.
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