JOAN LAMOTE DE GRIGNON I BOCQUET   (1872-1949)

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 Sobre Lamote de Grignon:  Biograf�a:  Infancia i primeros estudios  Dinamismo de juventud y matrimonio  Repertorios variados  La Banda Municipal y la Escola Municipal de M�sica de Barcelona  La Orquestra Simf�nica de Barcelona  Un hecho de gran trascendencia  De la mano de Richard Strauss  Una labor que ni el estallido de la guerra puede parar  La Orquestra Municipal de Valencia  �ltimas actividades en el retorno a Barcelona
 Obra M�sica para orquesta  M�sica para orquesta y voz  Lieder y canciones  M�sica esc�nica   Voz y piano   Transcripciones para Banda
 Fuentes e informaci�n adicional:  Bibliograf�a   Otros M�sicos Modernistas Catalanes
 
Obra:

M�sica para orquesta:
-Scherzo sobre un tema popular (La filadora) (La hilandera 1897)
-M�dona, poema si
nf�nico (1899)
-R�v�rie, schumaniana p
ara violoncelo y orquesta (1901)
-Solidari
dad de las flores, sardana (1907)
-Hisp�nicas II: Catalu�a, suite (1913)
-Cantos populares espa�oles (1914)
-Hisp�nicas I: Andalucia, suite (1924)
-Tema y variaciones para contrabajo y orquesta (ca.1946)

M�sica para orquesta y voz:
-La Nit de Nadal, oratori (Nochebuena oratorio 1902)
-Poema rom�ntich (C�ntich d'Amor i de Dolor), (Poema rom�ntico (C�ntico de Amor y de Dolor)) para bar�tono y orquesta

Lieder y canciones:
-Dos canciones de Contraluz (1898)
-Funeral (1898)
-L'�ngel de la son (
El �ngel del sue�o 1898)
-Melodi
as (1898-1907) (Algunas sin completar y otras en que solo constan las indicaciones de las partituras)
-Sis can�ons de Violetes (
Seis canciones de violetas 1901-1904)
-�ntima (1904-1907)
-Tres poem
as para soprano y orquesta (1904-na.1924)
-Quan jo ja ser� mort (
Cuando ya habr� muerto 1905)
-Prec de Madonna Elisenda (Oraci�n de Madonna Elisenda 1906-1907)
-Oraci� de merc�s (
Oraci�n de gracias 1914)
-Ros ton cabell, blau ton vestit (Rubio tu cabello, azul tu vestido ?)
-Uns llavis molls de la fresca rosada (Unos labios h�medos del fresco rocio ?)

M�sica esc�nica:
Opera
-Imogina, cuadro dram�tico (1894)
-L'Angelo,
Escena para bar�tono y   orquesta (1899)
-Hesperia (1906)
Zarzuela
-En todas partes cuecen habas o La romer�a del santo (1895)
-Pares y nones (1895)
-Soledad: Act
o 1 (1895)
-Las siete palabras (1896)
-Los antrop�fagos (1896)
-La Perla del Avapi�s,{sic} (?)
-Un mill�n (?) Incompleta

Voz y piano:
-Canciones catalanas (1896-1897)
-Violet
as 1901-1904)
-Passioneres (1901-1906)
-Rec
opilaci�n de obras para voz y piano (1904-1907) Muchas  sin completar. con frecuencia se trata de transcripciones de los lieder para voz y orquesta.

Transcripciones para Banda:
-De obras de multitud de autores, desde Alb�niz hasta Weber, pasando por obras del mismo Lamote.


 

 


 

 

Retrato de Joan Lamote de Grignon

Biograf�a:

Infancia y primeros estudios:
Nace en Barcelona el 7 de julio de 1872. Sus padres, de ascendencia francesa, son Llu�s Lamote de Grignon i Lebiay i Elena Bocquet.
De muy peque�o, la familia pas� a residir en Tortosa, donde pose�an tierras, hecho por el que Joan consigui� el t�tulo de Bachillerato en el Instituto de Tarragona en 1887. A la vez adquiri� los primeros conocimientos musicales de la mano de Josep Abarcat, pero sintiendo una muy fuerte inclinaci�n hacia la m�sica, se traslad� a Barcelona y se matricul� en el Conservatorio del Liceo, que era el �nico que hab�a en aquellos tiempos.
All� conoci� a Antoni Nicolau, que fue su maestro de composici�n, as� como a T. G�ell, Gabriel Balart (viol�n y B. Tintor� (piano). Destac� en este instrumento de una manera significativa y con el tiempo lleg� a ser nombrado sucesivamente profesor de piano (1890) y m�s adelante profesor de solfeo superior, auxiliar de armon�a y responsable de conjunto instrumental en el mismo Conservatorio del Liceu.

Dinamismo de juventud y matrimonio:
Paralelamente a estos acontecimientos, se cas� con Florentina Ribas i Mallol el 31 de julio de 1893 que le dio un �nico hijo, Ricard, nacido el 23 de septiembre de 1899, que estaba destinado a colaborar �ntimamente con su padre como continuador de su labor, especialmente en la direcci�n orquestal. Es sabido que el nombre escogido lo fue debido a su admiraci�n hacia Richard Wagner. Por estas fechas, siempre que la actividad concert�stica se lo permite, se dedica a la composici�n. Es la �poca de la Gavota en re mayor, Seis canciones catalanas, Imogina y L'Angelo, alguna de ellas estrenadas en el Teatro L�rico.
El cambio de siglo nos presenta a un din�mico Joan con madurez para la composici�n de obras m�s ambiciosas. Nos encontramos con el poema sinf�nico M�dona (estrenado en el teatro del Liceu el 22 de marzo de 1900), el oratorio La Nit de Nadal (La Nochebuena 1902) y el poema l�rico Hesperia (estrenado en el Liceo el 25 de enero de 1907 .
Tambi�n el a�o 1902 fue el de su presentaci�n p�blica como director de orquesta, escogido por La Asociaci�n Musical de Barcelona, (que ya le hab�a concedido anteriormente el primer premio en el "I Certamen Musical de Barcelona"), al frente de una orquesta no titular en el sentido que entendemos ahora, puesto que los m�sicos eran contratados por un n�mero determinado de conciertos, pero que en su d�a constitu�a una tribuna art�stica ideal para poner a prueba las dotes del joven Lamote.
Al frente de esta orquesta no solamente alcanz� un gran prestigio que lo llev� a ser conocido por el gran p�blico. Di� a conocer obras de muy diferentes estilos y compositores en primeras audiciones, se acerc� tanto a int�rpretes nacionales como extranjeros, creando un ambiente hasta entonces inexistente y, en definitiva, colabor� en despertar de manera permanente el inter�s por la m�sica.
En esta tarea fue ayudado por pianistas como Granados, Malats, Faur�, Saint-Sa�ns, Batalla; violinistas como Heermann, Thibaud, Man�n, Massi�, violoncelistas como Casals y muchos otros.

Repertorios variados:
Repasando algunas de las obras interpretadas en este periodo, encontramos cantatas de Bach, conciertos de H�ndel, Cristo en el monte de los Olivos y la primera audici�n de la Misa solemnis de Beethoven (interpretada seg�n costumbre de la �poca seccionada en tres conciertos), el oratorio Las B�atitudes de C�sar Franck, la primera audici�n de Catal�nia de Alb�niz, selecciones sinf�nicas de obras de Wagner (contando con la presencia para este  acontecimiento de Sigfried Wagner, hijo del compositor)� En este aspecto Lamote coadyuva a la consolidaci�n del repertorio tanto cl�sico como contempor�neo, otorgando a su acci�n un equilibrio entre arte y pedagog�a, que fue una caracter�stica de toda su vida.

La Banda Municipal y la Escola Municipal de M�sica de Barcelona:
El alcalde R�us i Taulet cre� en 1886 un cuerpo fijo de plantilla para la Banda Municipal de Barcelona, que hasta entonces funcionaba del mismo modo que hemos explicado para las orquestas, con contratos por temporada, en un intento de consolidar la entidad y propiciar una madurez y regularidad en sus actuaciones.
Los 60 profesores iniciales de la plantilla fueron puestos bajo la direcci�n de Josep Rodoreda i Santig�s. El Ayuntamiento tambi�n cre� la Escuela Municipal de M�sica con vistas a formar buenos profesionales para el conjunto, de tal manera que las dos instituciones estaban ligadas como un elemento pedag�gico indispensable, pues el mismo Rodoreda era el responsable de las dos entidades.
Todos los comienzos son dif�ciles y pese a su dedicaci�n indiscutible, Rodoreda no consegu�a imponerse ante la indisciplina y la dejadez de muchos m�sicos. Esto, unido a la otra responsabilidad de direcci�n de la Escuela lo llev� a presentar su dimisi�n (1896). En un deseo t�cito de evitar el vac�o de poder se hizo efectivo simult�neamente la dimisi�n de Rodoreda y el nombramiento de Antoni Nicolau, hombre de gran prestigio musical y con las dotes de firmeza y de organizaci�n necesarias para acabar con la crisis.
Este se dedic� prioritariamente a la direcci�n de la Escuela Municipal de M�sica y encarg� la direcci�n efectiva de la Banda a Celest� Sadurn� y Gurgu�, hasta entonces subdirector, con el t�tulo de M�sico Mayor, reserv�ndose Nicolau la direcci�n jur�dica de la instituci�n. Sadurn� hizo una tarea excepcional en aquel delicado momento, que restituy� el cr�dito art�stico y ciudadano de la Banda, hasta su muerte (1910).
Anunciada la vacante para la plaza, Joan Lamote se present� como candidato junto con otros y no tuvo ninguna duda el jurado, que estaba formato por el director de la Escuela Antoni Nicolau, Lluis Millet y Eusebi Daniel, en decantarse un�nimemente hacia �l como nuevo director, no sin crispaciones de determinados regidores y disputas entre algunos componentes del mundo musical del momento. Pese a su val�a y al hecho de haber sido elegido por un jurado de expertos, la oposici�n municipal consigui� imponerse ante la l�gica art�stica y tras turbulentas acciones, escritos, contra escritos, influencias y amenazas, el regidor Jaussens forz� la realizaci�n de una nueva votaci�n por el candidato por �l propuesto, Teodoro San Jos�. El hecho es que el resultado final de la votaci�n fue de dieciocho a favor y once en contra, con lo cual el mencionado San Jos�, se convirti� en el nuevo director de la Banda.

La Orquestra Simf�nica de Barcelona:
El acontecimiento dej� a Lamote muy decepcionado pues en su cabeza herv�an una cantidad de proyectos para la Banda que ahora se ve�an truncados y ,cuando menos, habr�an de esperar como m�nimo hasta una nueva oportunidad. Pero el abatimiento no dur� demasiado, puesto que al poco tiempo decidi� fundar una orquesta, contando con la ayuda de La Asociaci�n Musical de Barcelona y con la experiencia previa que hab�a logrado como director gracias a la confianza en �l depositada por aquella entidad. La Asociaci�n reaccion� favorablemente a su propuesta y le apoy� inmediato. Tan es as�, que la presentaci�n oficial de la nueva Orquesta Simf�nica de Barcelona tuvo lugar el d�a 13 de noviembre de 1910 en el Palau de la M�sica Catalana, que hac�a poco m�s de dos a�os que se hab�a inaugurado. El criterio para la programaci�n de los conciertos fue la misma que instaur� en la Orquesta de la Asociaci�n, es decir la b�squeda de un p�blico fiel, consolidaci�n de un repertorio, y voluntad educadora.
En aquellas fechas el p�blico barcelon�s era relativamente nuevo en el repertorio sinf�nico, pese a que por Barcelona ya hab�an pasado entonces y sobre todo en la primera d�cada del siglo XX, importantes conjuntos musicales y artistas cualificados de fama reconocida. Nos hab�an visitado la Orquesta Filham�nica de Berlin dirigida por Arthur Nikisch (1901) y por Richard Strauss (1908), la Orquesta de los Conciertos Lamoreux de Par�s por Camille Ch�villard (1902 y 1905), la Sinf�nica de Madrid por E.Fern�ndez Arb�s (1909 y 1910), y solistas de piano como Joaquim Nin, Raoul Pugno, Joaquim Malats, Isaac Alb�niz, Alfred Cortot, Enric Granados, Ignaz Paderewsky; de viol�n como Mathieu Crickboom, Joan Man�n, Hugo Heermann, Eug�ne Ysa�e, Jacques Thibaud, y el violoncelista Pau Casals, estos dos �ltimos con mucha frecuencia.
Llev� a cabo una tarea elocuente en la presentaci�n de compositores noveles del pa�s, que el p�blico barcelon�s desconoc�a totalmente en aquel momento o al menos su obra no formaba parte del repertorio con la asiduidad deseable. Esta iniciativa la denomin� "Primera Manifestaci�n Sinf�nica de Autores Ib�ricos". Paralelamente a la tarea inacabable de director y a los correspondientes ensayos para ir puliendo cada vez m�s su OSB, no abandon� la vertiente de compositor, pese a que lo que lo har�a m�s famoso era la popularidad que logr� como director toda su vida, al frente de la orquesta.
No solamente se limit� a la ciudad de Barcelona, pues en esta primera etapa, de 1910 a 1916, se dieron conciertos en muchas capitales y pueblos importantes de Catalu�a, sino que tambi�n se dieron una considerable cantidad de conciertos en Espa�a. Hasta sesenta y tres conciertos repartidos entre localidades como Tarragona, Girona, Sabadell, Terrassa, Reus, Manresa, Tortosa y Val�ncia, Zaragoza, Madrid, Bilbao, San Sebasti�n, Zaragoza, Granada, etc., lo cual hizo decir a Oriol Martorell que la OSB hab�a sido "una de las formaciones sinf�nicas catalanas m�s viajeras".
Mayoritariamente los conciertos se dieron en el Palacio de la M�sica Catalana, en ciclos cortos, como 6 conciertos durante la temporada de Cuaresma y 4 conciertos en oto�o, adem�s de acontecimientos puntuales, como el estreno de la Misa en s� menor de J. S. Bach, junto con el Orfe� Catal� y Albert Schweitzer al �rgano y conciertos a beneficio del Templo de la Sagrada Familia de Gaud�, o para el monumento a Jacinto Verdaguer.

Un hecho de gran trascendencia:
El 18 de mayo de 1914, por una resoluci�n gubernativa, fue declarada nula la decisi�n municipal de 4 de agosto de 1910, por la cual Joan Lamote de Grignon no hab�a podido acceder a la direcci�n de la Banda Municipal. El alcalde Joan Pich i Pon restableci� al que cuatro a�os antes hab�a ganado por m�ritos propios. Desde entonces la principal preocupaci�n de Lamote volvi� a ser la Banda, en la cual tantas ilusiones hab�a depositado a�os atr�s, pero sin descuidar el OSB, si bien ya no hubo pr�cticamente m�s desplazamientos. El maestro prefiri� dedicar el conjunto a los conciertos populares, b�sicamente para el p�blico de Barcelona.
No obstante, paulatinamente y como consecuencia de este hecho, la Asociaci�n no ve�a con buenos ojos esta acumulaci�n de trabajo y la vieja alianza con el maestro empez� a debilitarse hasta el punto que en febrero de 1922, despu�s de haber ofrecido gratuitamente el concierto n� 200 de la OSB en la plaza de San Jaime, la Asociaci�n suspendi� su colaboraci�n econ�mica lo que trajo graves problemas para la supervivencia de la entidad. Desde entonces s�lo pod�a contarse con los recursos generados por taquilla, del todo insuficientes. Pese a esto, Lamote en medio de toda clase de dificultades, aguant� un tiempo. Su constancia para capear los escollos, el saber resolver con inteligencia determinadas situaciones, reorganizaciones del ciclos, etc., hizo seguir adelante la orquesta, pero a cambio de reducir cada vez m�s el n�mero de conciertos que se pod�an ofrecer. Los �ltimos que ofreci� la OSB ser�an uno extraordinario de beneficencia en el Teatro Eldorado el 13 de abril de 1924 y otro en el Olympia el 11 de enero de 1925, dirigido este por C. Slavinski d'Agreneff.
Mucho se ha especulado si en todo el asunto tuviera que ver el hecho que en 1920 fundara Pau Casals la Orquesta que llevaba su nombre. Ciertamente, esta tuvo desde el primer momento una solidez econ�mica y art�stica que otras instituciones barcelonesas de aquel tiempo no ten�an. El prestigio que en todo el mundo hab�a logrado su fundador como virtuoso del violonchelo, la cantidad de m�sicos que hab�a en Barcelona en aquella �poca, insuficiente por completar las plantillas de las cinco orquestas del momento y las mejores condiciones laborales y econ�micas, hizo que tanto m�sicos como instituciones se decantaran hacia la nueva propuesta del maestro del Vendrell.
Lo cierto es que las relaciones entre ellos ser�an siempre buenas y no se resintieron a causa de estos hechos. Lamote fue llamado var�as veces a dirigir la Orquesta Pau Casals y en una ocasi�n el mismo Casals toc� la parte de violonchelo solista de la obra Andaluc�a en un concierto de homenaje en junio de 1929, dirigido por el mismo autor y formado todo por obras de Lamote.

La Banda Municipal, segunda etapa:
Desde el primer momento tuvo clara una cosa. La Banda Municipal de Barcelona deb�a renovarse sin falta, con tal de quitarle los vicios y la forma rutinaria que estaba arrastrando, labor que ya llevaba in mente desde 1910 al presentar su fallida candidatura. Quiz�s las mismas palabras del maestro extra�das de una conferencia le�da en el Instituto Franc�s de Barcelona en mayo de 1935 nos resumen y nos aclaran la posici�n en que se encontr� al renunciar a la OSB. "�una vez la Orquesta Simf�nica de Barcelona reducida al silencio, me fue preciso encontrar el medio de continuar, intensific�ndolo, el que consideraba como un deber ineluctable: la educaci�n art�stica de nuestro pueblo. Y el fin de la Orquesta Simf�nica ha dado nacimiento a la Orquesta de instrumentos de Viento. Si con la primera hab�a que esperar a que el pueblo viniera a nuestros conciertos, con la segunda, puedo traer los conciertos al pueblo".
Adem�s de las reformas internas de los diferentes bloques instrumentales como fondo, tambi�n entr� en el terreno de la forma, como es el hecho de que las tradicionales audiciones de la Banda los domingos por la ma�ana, que se hac�an en el cruce de la Gran V�a de las Corts Catalanes con el Paseo de Gracia, pasaran a lugares m�s adecuados, como por ejemplo la Plaza del Rey o la Plaza de Sant Jaume cuando eran al aire libre, o al Palacio de las Bellas Artes en un local cerrado. En efecto, el espacio m�s reducido daba opci�n a oir mejor los matices de la formaci�n, que pod�an f�cilmente pasar desapercibidos en un espacio tan abierto como era el de la ubicaci�n anterior.

De la mano de Richard Strauss:
En marzo de 1925 Richard Strauss se encontraba en Barcelona, para dirigir una serie de conciertos en la Temporada de Cuaresma del Teatro del Liceu y el d�a 15 tuvo ocasi�n de escuchar en la Plaza del Rey la versi�n transcrita para la Banda hecha por el maestro Llu�s Oliva, de su poema sinf�nico Muerte y transfiguraci�n. Sorprendido por la calidad de la versi�n, pidi� poder dirigir el conjunto, petici�n que fue inmediatamente concedida como un gran honor. La audici�n tuvo lugar por la ma�ana del 19 en la Plaza de Sant Jaume, para que pudiera caber m�s gente. El �xito fue apote�sico. El alcalde que entonces era el var�n de Viver llam� a Richard Strauss a saludar desde el balc�n del Ayuntamiento a la multitud entusiasmada. Pero esto no es todo. El compositor austriaco manifest� el deseo de llevar la Banda a Alemania para que sirviera de modelo para otros conjuntos, lo que demuestra la calidad de la labor hecha por Lamote y su Orquesta de instrumentos de Viento. Y as� fue, pues en agosto de 1927 en el marco de la Exposici�n Internacional de Frankfurt, que con el t�tulo "Die Musik im Leben des V�lker" se celebr� del 20 al 28, volvi� Strauss a dirigir la Banda en el �ltimo concierto, interpretando su poema sinf�nico Don Juan, en la trascripci�n de Joan Lamote. completaron la salida de la Banda las ciudades de Wiesbaden, Bad Nabhein, Stuttgart, Ginebra y Lyon.

Una labor que ni el estallido de la guerra puede parar:
Ahora nos encontramos en los a�os de mayor fecundidad del maestro, en que, lograda su val�a y admirado en todas partes, ve poco a poco como el resultado de su esfuerzo es reconocido cada vez m�s por el mundo musical y por el p�blico adicto a las audiciones, que pronto crean un referente en la cultura popular del momento. Y cuando decimos popular no nos referimos a las obras m�s o menos "f�ciles", que tradicionalmente se asocian a las bandas tan numerosas en nuestra geograf�a. Con perspicacia, muy sabiamente, fue renovando paulatinamente el repertorio hasta que dio a conocer un conjunto de piezas que, gracias a su acertada trascripci�n para banda, consigui� hacerlas populares. S�lo har�a falta buscar en las hemerotecas y consultar los programas de mano para confirmarlo.
Anotamos como hitos la participaci�n fundamental en la Exposici�n Internacional de Barcelona del a�o 1929, en que actu� en numerosos conciertos extraordinarios, tal y como reclamaba un hecho de esta magnitud. Tambi�n destacamos el viaje que con Robert Gerhard hicieron a Amsterdam en 1933 y a Praga en 1935, por interesar en Barcelona la participaci�n en el XIV Festival de la SIMC (Societ� Internationale de la Musique Contemporaine), candidatura enfrentada a la de Berl�n. Se consigui� el objetivo y la semana del 18 al 25 de abril de 1936, la ciudad se convirti� en el punto de m�ximo inter�s mundial del mundo de la m�sica. Justo es decir que el advenimiento tiempo atr�s de la rep�blica en abril de 1931 otorg� al pa�s un r�gimen de libertades y de proyecci�n mundiales desconocidos hasta entonces.
Tras las Jornadas Internacionales del mes de abril, continu� con los conciertos populares hasta el �ltimo de la temporada el d�a 9 de julio, pero el estallido de la guerra interrumpi� la actividad musical barcelonesa. La Orquesta Pau Casals qued� deshecha y la Banda Municipal se convirti� en la �nica instituci�n que con regularidad cumpl�a con su p�blico. Durante el transcurso de la guerra, no dudaba en ir all� d�nde la situaci�n social y patri�tica lo ped�a. Los conciertos menguaron los a�os 1937 y 1938 cuando los bombardeos hac�an matanzas de civiles inocentes y mucha gente, aquellos que ten�an un lugar m�s seguro, se alejaba de la capital hacia los pueblos con tal de evitarlos.

La Orquestra Municipal de Valencia:
Con el nuevo r�gimen - la dictadura franquista - en el poder, llegaba la hora de las venganzas y las represalias. Un informe fechado en junio de 1939 y sin firmar, acusaba ignominiosamente a Joan Lamote de Grignon y a su hijo Ricard, de haber llevado a cabo una serie de acciones infamantes, que comportaron la apertura de un expediente de depuraci�n por colaboraci�n con el enemigo. El redactado, en un estilo directo, vejatorio y vengativo, claramente alejado de las f�rmulas jur�dicas, llevaba la impronta visible de una revancha personal. Triste historia, puesto que el Ayuntamiento de Barcelona, que habr�a podido enmendar el agravio, se limit� a corroborar la destituci�n en el pleno del 29 de agosto. Anteriormente ya hab�a nombrado un "director accidental" en la persona de Ramon Bonell i Chanut.
Ahora nos encontramos con un hombre de 67 a�os abatido, desorientado, sufriendo como otros muchos conciudadanos e intelectuales el largo calvario de la infamia. Padre e hijo que tanto hab�an luchado por el ideario del mundo musical pasaron un largo periodo silenciados por la locura de los tiempos que corr�an.
Pero manos amigas abrieron el camino. En Val�ncia, como en tantos otros lugares, conoc�an sobradamente la calidad de Lamote y su Ayuntamiento quiso fundar una orquesta, para lo que fue llamado en diciembre de 1942. �l s�lo puso una condici�n, que su hijo fuera el subdirector. As� fue, (a despecho de que en la lista de candidatos estaba antes Josep Manuel Izquierdo) y al mes siguiente ya empezaron las pruebas para la admisi�n de m�sicos.
De esta manera el p�blico valenciano pudo disfrutar de todo el bagaje de una personalidad en el momento m�s importante de su madurez humana y art�stica (ten�a ya 71 a�os) dirigiendo una formaci�n pensada y estructurada personalmente como sus queridas OSB y Banda Municipal. Su hijo Ricard dirigi� tambi�n en esta etapa gran n�mero de conciertos, siendo ambos conocidos y admirados cuando menos por el p�blico que
El hijo de Joan Lamote, Ricard Lamote de Grignon i Ribas iba a escuchar la Orquesta Sinf�nica de Val�ncia, puesto que exist�a una vertiente de rencor y de envidia relacionadas con elementos sectoriales adictos al talante pol�tico del momento. No era as� en el Ayuntamiento, d�nde disfrutaba de un entorno favorable sobre todo en las personas del alcalde Juan Antonio G�mez Tr�nor, conde de Tr�nor y el regidor Mart�n Dom�nguez Barber�.
Durante estos cinco a�os de trabajo en Val�ncia, muri� el 4 de diciembre de 1944 su esposa Florentina Ribas. Dos a�os m�s tarde volvi� a rehacer su vida, cas�ndose con Marcela Llevar�n i Paulin, antigua colaboradora suya en las tareas administrativas de la Banda Municipal.
Al acabarse el contrato el Ayuntamiento le ofreci� la posibilidad de renovarlo, pero �l lo rehus�, aduciendo que necesitaba una temporada de descanso. Ten�a entonces 75 a�os. Su hijo Ricard acept� continuar con las tareas de subdirector, junto al maestro Hans von Benda. Se le renov� contrato por cuatro a�os en marzo de 1948, con una cl�usula de rescisi�n o renuncia voluntaria de cualquiera de las dos partes durante los primeros seis meses. El hecho es que de pronto el 25 de agosto del mismo a�o el Pleno del Ayuntamiento de Val�ncia rescindi� el contrato a Ricard Lamote, sin consultarlo previamente a la autoridad pol�tica, ni musical, ni, desde luego pedir la opini�n del interesado.

�ltimas actividades en el retorno a Barcelona:
La ciudad era en aquellos momentos, humana y musicalmente, una sombra del pasado. Por todas partes se respiraban las estrecheces y las angustias del presente y se temia por el futuro. El temor y el miedo de decir en voz alta lo que se pensaba en voz queda, formaba parte de la vida ciudadana; d�nde estaba el esplendor cultural que �l hab�a conocido? A pesar de todo, era su ciudad y se enfrent� a ello.
Encontr� otra vez el rescoldo necesario para seguir y particip� en el I Cursillo de instrumentaci�n para cobla (peque�a orquesta de viento y percusi�n para interpretaci�n de m�sica popular catalana), organizado por la "Instituci�n Musical Juli Garreta". Atrevida iniciativa para la �poca, como se desprende de la discreci�n con que las siete lecciones a cargo de Joaquim Serra se llevaron a cabo (seis en el London Club, Gran V�a 615 y una en el Fomento de las Artes Decorativas, en la c�pula del Coliseum), pero que representaban un sello de identidad en el enmudecido hecho catal�n del momento. Como conclusi�n Lamote desarroll� una disertaci�n sobre el tema "Las posibilidades futuras de los instrumentos de plaza y de la cobla".
Barcelona hab�a creado su "Orquesta Municipal de Barcelona", al frente de la cual hab�a colocado a Eduard Toldr�, de innegable val�a. Pese a que el expediente sancionador de 1939 se hab�a sobrese�do en febrero de 1943, era impensable que �l pudiera volverla a dirigir en aquel momento, cuando todav�a los rencores se hac�an evidentes y el dolor de incontables heridas flotaban mortecinamente en la cotidianidad. Debi� ser con otra orquesta, la Filharm�nica creada por C�sar Mendoza Lasalle, donde volvi� a reencontrar el calor del Palau de M�sica y a muchos del m�sicos de a�os pasados que con �l hab�an colaborado, y que hab�an tocado bien en la Orquesta Pau Casals o en la OSB. Con ellos el 27 de febrero de 1949 dirigi� el que seria el �ltimo concierto, actuando Alicia de Larrocha como solista al piano. Por imposibilidad f�sica ya no pudo dirigir un nuevo concierto con la Novena de Beethoven que pocos d�as despu�s estaba anunciado.
Muri� en Barcelona el 11 de marzo de 1949. El silencio de las instituciones denot� un desagradecimiento inapropiado hacia una persona que se hab�a entregado en cuerpo y alma con tanta nobleza y dedicaci�n al engrandecimiento musical de la ciudad. Pero el pueblo de Barcelona y toda la profesi�n musical enfervorizada s� rindi� silencioso homenaje al viejo maestro, acompa�ando sus restos en el �ltimo trayecto de su paso por la tierra. El mismo a�o, seis meses m�s tarde moria Richard Strauss, que crey� en �l. En aquel a�o la muerte hizo pasar a la posteridad a dos grandes m�sicos.

 
Texto de Ricard Comas i Figueras

Fotograf�as publicadas con la autorizaci�n de la Academia Marshall de Barcelona

 

Bibliograf�a especifica sobre Joan Lamote de Grignon

T�tulo Autor Publicado por A�o
La Banda Municipal de Barcelona. 1886-1944 Almacellas i D�ez, Josep Maria Arxiu Municipal de Barceona, 2006
125 anys de la Banda Municipal de BArcelona Almacellas i D�ez, Josep Maria Quaderns de l'Auditori (Q11), Barcelona 2010
La m�sica i el Modernisme Avi�oa, Xos� Biblioteca de cultura catalana. Barcelona 1985

Joan Lamote de Grignon

Bonastre i Bertran, Francesc Generalitat de Catalunya i Edicions Proa
La Banda Municipal de Barcelona. Cent anys de m�sica ciutadana Bonastre i Bertran, Francesc Barcelona 1989

La M�sica "Oficial" de la Ciudad de Barcelona. Apuntes para la historia de la Banda Municipal

Caball� Clos, T. Barcelona 1946
Historia de la m�sica contempor�nea valenciana Climent, J. Valencia 1978
Barcelona filarm�nica. La evoluci�n musical de 1875 a 1925 Lama�a, L. Elzeviriana i Libr. Cam�, S.A.. Barcelona 1927
La m�sica a Catalunya Lamote de Grignon Confer�ncia mecanografiada ca.1937. Arxiu Sra. Empar Ranch, Valencia. ca. 1937
Musique et musiciens fran�ais a Barcelone, musique et musiciens catalans � Paris Lamote de Grignon Confer�ncia mecanografiada, llegida a l'Institut Franc�s de Barcelona el 9-5-1935 1935
Quasi un segle de simfonisme a Barcelona. Vol I: De l�orquestra Pau Casals a l'Orquestra Ciutat de Barcelona Martorell, Oriol Barcelona 1995
S�ntesi hist�rica de la m�sica catalana Martorell, Oriol i Valls Manel Els llibres de la frontera. Sant Cugat del V.

Hist�ria de la M�sica Catalana

Valls, M. Editorial T�ber. Barcelona 1969
 

Otros M�sicos Modernistas Catalanes

Isaac ALB�NIZ i Pascual  Enric GRANADOS i Campi�a  Joan LAMOTE DE GRIGNON i Bocquet  Antoni Laporta i Astort  APEL�LES MESTRES i O��s  Llu�s MILLET i Pag�s  Enric MORERA i Viura  Antoni NICOLAU i Parera  Jaume Pahissa i Jo  Felip Pedrell i Sabat�  Josep Ribas i Gabriel  Amadeu Vives i Roig 
 

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