Aspectos T�cnicos en la obra de Gaud�:
La
t�cnica arquitect�nica de Gaud�: Geometria y mec�nica
-
trabajo
realizado por
Jaume Serrallonga i Gasch, Doctor
Arquitecto miembro de la oficina t�cnica de la Sagrada Fam�lia -.
Geometria
y mec�nica:
En algunas ocasiones se ha visto la obra de Gaud� como la de un
arquitecto m�s del modernismo catal�n, caracterizado por el uso de forma s
org�nicas o relacionadas con la naturaleza, por el uso de l�neas curvas y
ondulantes, por el uso de materiales revalorizados, ladrillo cer�mica vista,
mosaico de trencad�s, etc. Es bien cierto que Gaud� participa de esta
tendencia caracter�stica de su tiempo pero hay bastantes motivos que hacen
que Gaud� deba tratarse como un tema aparte del modernismo, puesto que su
genialidad supera con creces lo que quedar�a reducido a unas tendencias
estil�sticas y ornamentales. Hoy en d�a, la gran mayor�a de �historiadores
de arte y de arquitectura coinciden en la necesidad de dar a Gaud� un
tratamiento especial y diferenciado del resto del modernismo.
Uno de los puntos d�nde Gaud� marca mejor esta diferencia es justamente en
la s�ntesis entre la forma y la funci�n de aquello que �l proyecta, de tal
manera que la forma no es un capricho estil�stico que sigue la moda del
tiempo sino que encuentra una raz�n de ser seg�n la funci�n para la cual ha
sido pensada.
En el caso de l arquitectura, ni que decir tiene que una de las funciones
principales de cualquier construcci�n es la funci�n mec�nica o estructural,
es decir, que se aguante, que no caiga. Cuando Gaud� utiliza una geometr�a
bien precisa para conseguir, no s�lo la pl�stica concreta que lo caracteriza
sino tambi�n, y al mismo tiempo, la optimizaci�n mec�nica de la estructura
es cuando m�s se aleja de sus contempor�neos que se iniciaron en la
tendencia modernista pero con los a�os evolucionaron hacia el "noucentisme"
y las formas m�s cl�sicas y ordenadas.
Para argumentar mejor esta idea expondr� dos ejemplos claros: Las escuelas
de la Sagrada Familia y las b�vedas de hiperboloides.
Escuelas de la Sagrada Fam�lia:
Estas escuelas se construyeron para los hijos de los trabajadores
del Templo, dentro del mismo solar en obras. La ubicaci�n que Gaud� les da
dentro del solar ocupaba parte de la planta del Templo proyectada por �l
mismo, aun cuando la obra entonces progresaba muy despacio por el extremo
opuesto de la manzana. Todo esto nos muestra claramente que se trata de una
construcci�n concebida totalmente como provisional, donde Gaud� no puede
pretender levantar nada que sea superfluo, ni ning�n lucimiento personal, ni
ning�n exceso en el coste, puesto que dispone de menos recursos econ�micos
que los exiguos que ten�a para realizar la obra principal (el templo).
Los exiguos recursos disponibles para estas escuelas quedan bien patentes en
los materiales empleados (ladrillo pla no,
baldosa cer�mica, vigas de madera�) y en los acabados (enlucido de cemento
portland sin pavimento hasta la altura del arrimadero, encalado blanco
para el resto de paredes, material cer�mico visto exterior en fachadas y
cubiertas�). A pesar de todo esto la obra tiene una fuerza pl�stica
conmovedora con todas las fachadas oscilantes y la cubierta ondulada, hasta
el punto que el mismo Le Corbusier, cuando visit� Barcelona, tom� croquis y
notas de esta min�scula obra y no, en cambio, del resto del gran templo en
lenta construcci�n.
Lo m�s importante de todo esto es que este conjunto de superficies onduladas
no responde a una tendencia estil�stica ni a una voluntad de imprimir un
sello personal sino a la genialidad de conseguir una estructura estable con
el m�nimo material.
La pared de cierre tiene, s�lo, dos capas de ladrillo plano, de 4 cm. de
grueso cada una. Es una pared de cierre, de obra vista, de menos de 10 cm.
de grueso que llega casi a los 5,60 metros de altura. Es, por lo tanto,
extremadamente esbelta y ser�a demasiado inestable si no fuera justamente
porque la ondulaci�n le da rigidez frente a la posible fuerza del viento. Si
se quisiera hacer aguantar derecha una cartulina encima de una mesa, le
deber�a hacer pliegues o darle forma, de lo contrario caer�a antes ni de
poder soplar. Gaud�, con la superficie ondulada de las fachadas est�
haciendo justamente esto. La ondulaci�n no es un capricho formal es
estructural, es una lecci�n de mec�nica.
Construir una fachada ondulada podr�a ser muy complicado pero Gaud� nos da
otra lecci�n, esta vez de geometr�a. La superficie de estas fachadas est�
formada por unas superficies regladas alabeadas denominadas conoides. El
conoide es una superficie que contiene toda una serie de rectas,
generatrices, todas ellas paralelas a un plano director y cada una de ellas
se apoya simult�neamente en dos l�neas gu�as, directrices, una recta y otra
curva. Para construir las fachadas de estas escuelas hace falta primero
construir estas l�neas directrices. La gu�a curva se dibuja en el suelo,
como una sinusoide ondulada. Para hacer la gu�a recta, se tensa una cuerda o
dispone de una barra met�lica horizontal colgada a una cierta altura,
intermedia entre los puntos m�s altos y los m�s bajos de la cubierta.
Entonces, se van poniendo toda una serie de cuerdas, cada 10 � 15 cm.,
atadas a la barra recta de arriba y hasta la sinusoide de abajo. Finalmente
se van levantando las paredes siguiendo el guiado de las cuerdas y al ser la
dimensi�n del ladrillo lo suficientemente peque�a en comparaci�n con el
conjunto de la superficie, la pieza se adapta bastante bien y s e
consigue este espectacular resultado.
La �ltima lecci�n de geometr�a la hallamos en la cubierta d�nde se vuelve a
hacer uso de la superficie de los conoides para ahorrarse de hacer
encaballadas, mucho m�s caras que un envigado. Al recortar las fachadas en
su parte superior otra vez en forma de sinusoide y disponiendo estas
sinusoides en las dos fachadas largas de tal manera que los puntos m�s altos
de una queden alineados con los puntos m�s bajos de la otra, las vigas de
madera apoyadas sobre estas fachadas en vez de quedar paralelas formando un
plano, van tomando cada una de ellas diferentes pendientes hacia un lado o
hacia el otro y finalmente con el material cer�mico de cobertura queda
conformada la superficie ondulada del conoide. Como que las vigas ser�an
demasiadas largas si fueran directamente de una fachada a la otra, Gaud�
dispone un p�rtico central por dentro del edificio que sirve de apoyo
central de estas vigas. Esta j�cena central bien horizontal representa
claramente la recta directriz de esta superficie reglada alabeada.
Es gracias a este ingenio geom�trico y mec�nico, que puede escoger el
ladrillo cer�mico, el m�s econ�mico y m�s a mano de aquel tiempo y colocarlo
de canto para hacer la pared m�s delgada y consecuentemente reducir la
cantidad de ladrillos necesarios. Esto es optimizaci�n de la estructura
gracias a la geometr�a.
Las b�vedas de hiperboloides:

Gaud� menciona numerosas veces que con el templo de la Sagrada Familia
desea superar el estilo g�tico de las catedrales que necesitan arbotantes y
contrafuertes talmente como si fueran unas muletas y que no muestran otra
cosa que el complicado recorrido de la bajada de cargas que aquellos h�biles
constructores hab�an llegado a concebir.
Gaud� consigue su objetivo por dos caminos simult�neos. Por un lado estudia
con un modelo de pesas y cuerdas el recorrido natural de las cargas y,
gracias a este ensayo previo, inclina las columnas-�rbol y todas sus ramas
seg�n las direcciones que obtiene en su modelo experimental de tal manera
que recojan las diferentes cargas directamente del centro de gravedad de
cada secci�n de b�veda.
La concepci�n del templo como un bosque de �rboles (columnas) con ramas
(ramificaciones) y follaje (b�vedas) le permite concebir que cada �rbol
soporta su follaje sin necesitar de los �rboles vecinos. Habiendo visto las
desgracias de la primera guerra europea no quer�a que al hundirse una parte,
un contrafuerte por ejemplo, se hundiera todo el templo. �l pensaba que si
cae un �rbol s�lo debe caer aquel �rbol y no todo el bosque.
Es pues, gracias a esta concepci�n de las columnas-�rbol que Gaud� consigue
superar el g�tico y llevar las cargas directamente a los cimientos por la
v�a m�s directa. As�, al eliminar los arbotantes y contrafuertes, consigue
para las naves una fachada exterior plana, sin las aletas perpendiculares
que en el g�tico las segmentan.
Por otro lado Gaud� tambi�n supera el g�tico con las b�vedas. Las b�vedas
g�ticas de crucer�a se conceb�an con unos nervios que se ordenaban
jer�rquicamente para recoger las cargas de la b�veda, que era el �ltimo
elemento, considerado complementario y sin papel estructural (aun cuando
despu�s se demostr� que esta piel entre nervios, este caparaz�n, tambi�n era
capaz de resistir aunque le fallara alg�n nervio). Adelant�ndose en las
teor�as y en el tiempo, Gaud� concibe la b�veda en su conjunto como piel,
como caparaz�n, sin nervios. Para lograr la m�xima resistencia y optimizar
el comportamiento mec�nico en su �ltima versi�n de las b�vedas, que tanto
estudi� y que nos ha llegado gracias a la maqueta de yeso que realiz�,
utiliza otra vez superficies regladas, de doble curvatura, como son los
hiperboloides y los paraboloides.

En el punto de la clave, d�nde las b�vedas g�ticas necesitan una
concentraci�n de peso para que las arcadas no se abran, las b�vedas de
hiperboloides tienen el ojo, el cuello del hiperboloide, un gran vac�o por
d�nde pasar� la luz natural desde las buhardillas hacia la nave. Gaud�
recuperar� la idea pl�stica del medall�n de la clave haciendo un difusor de
la luz, ligero, de vidrio y metal, a modo de flor o estrella, pero claro
est� que esta funci�n ya no es estructural. En las costuras entre los
diferentes hiperboloides de las b�vedas, donde se podr�a adivinar la
existencia de nervios, Gaud� vuelve a hacer una colecci�n de peque�os
agujeros, peque�os hiperboloides el�pticos, para la luz artificial que por
la noche deben servir para dar la sensaci�n del cielo estrellado. Parece,
pues, talmente como si Gaud� quisiera dejar claro que sus b�vedas no
necesitan nervios y con esto tambi�n explica otra vez su voluntad clara de
superar el g�tico.
Y otra vez, tambi�n en esta lecci�n magistral, vienen de la mano la mec�nica
y la geometr�a. El dominio total de las superficies regladas y el
conocimiento de las rectas generatrices hacen que pueda colocar, siguiendo
estas direcciones, la baldosa cer�mica, inspir�ndose en la t�cnica de la
b�veda catalana de ladrillo plano, el material de cobertura m�s sencillo de
aque lla
�poca. As�, con el color de la cer�mica junto con el vidrio verde y dorado
para las juntas que se van abriendo consigue la b�veda m�s florida que nunca
se hubiera visto en una catedral. El dominio de la geometr�a reglada se pone
de manifiesto observando en detalle las costuras entre hiperboloides, donde
todas las intersecciones son trabajadas en un grado extremo. En estas
intersecciones, en el contacto entre los diferentes elementos geom�tricos
que combina, no aparecen nunca curvas extra�as sino que utiliza siempre las
rectas generatrices para hacer todas las transiciones entre los planes que
forman biseles, los peque�os paraboloides entrecruzados o los grandes
paraboloides que todav�a contienen dentro los hiperboloides el�pticos de las
estrellas de la noche.
Gaud� demuestra su dominio de la geometr�a en algunos aspectos m�s que las
superficies regladas alabeadas que hemos comentado (Conoides, helicoides o
rampas de tornillo, paraboloides y hiperboloides). Entre los mejores
ejemplos que podr�amos a�adir habr�a el conocimiento y aplicaci�n de las
proporciones b�sicas pitag�ricas, su famosa columna de doble giro o el uso
de formas poli�dricas diversas.
Seguir�n nuevos trabajos sobre la Columna de doble
giro y los Poliedros
Otras innovaciones t�cnicas en
arquitectura:
Gaud�, adem�s de los conoides, b�vedas de hiperboloides, etc. que se
mencionan en el anterior trabajo del Doctor Jaume Serrallonga, aport� muchas
novedades al panorama constructivo y en otros �mbitos como la decoraci�n.
fue el primero en manifestar los inconvenientes de las cubiertas con azotea,
que finalmente han acabado desapareciendo de la pr�ctica constructora en
Catalu�a. fue el primero a utilizar vigas de cemento armado, el primero a
recuperar las columnas inclinadas. El primero en desarrollar la idea de las
campanas tubulares - para la Sagrada Familia - que, todav�a hoy, est�n
pendientes de realizaci�n. Tambi�n utiliz� novedades importantes en otros
�mbitos como la jaula estereogr�fica, la fotograf�a m�ltiple o el enmoldado
para la realizaci�n de esculturas de gran formato. Procedimientos
adelantados de construcci�n de cristaleras, como el que utiliz� en la
Catedral de Palma de Mallorca y otras.
Gaud� consideraba que la decoraci�n hab�a de estar subordinada a la
estructura. Pero pese a esta idea b�sica, sus construcciones tienen
frecuentemente una gran riqueza decorativa. As�, por ejemplo, en la Sagrada
Familia se encuentra con la necesidad de expresar el significado lit�rgico
de la obra y es por ello que desarrolla la tit�nica tarea de realizar las
representaciones simb�licas que encontramos en la fachada de la Natividad y
realiza un bosque de figuras sobre un campo ornamental que las ambienta,
estudiando y resolviendo los problemas que plantea la escultura
arquitect�nica, pese a no encontrar la colaboraci�n de ning�n artista
especializado, b�sicamente los escultores Carles Mani y Joan Matamala son
los que principalmente colaboran en esta tarea.
Utiliza ampliamente la t�cnica del enmoldado que hab�an utilizado segun dice
"los grandes maestros griegos, como Lisipo". El enmoldado exig�a un
laborioso trabajo de ajuste y de correcci�n para neutralizar el efecto
�ptico.
Un aspecto importante del acabado era la coloraci�n. Gaud� dec�a que "la
decoraci�n ha sido es y ser� coloreada". De esto encontramos quiz�s la
m�s espectacular realizaci�n en la casa Batll�, con una fachada totalmente
recubierta de cer�mica de viv�simos colores.
|
|