Im�genes
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El chalet actualmente
Joan Ribera
El chalet tal como estaba en el a�o
1904
Arxivo Luigi
El chalet en estado ruinoso (antes
de 1971)
Colecci�n Josep Casals
Loa planos
en planta:
Roger Orriols
Plano en alzado:
Roger Orriols
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Datos
pr�cticos:
Direcci�n:
Pista forestal a la Serra del Catllar�s a unos 12 Km. del nucleo de
La Pobla de Lillet (Bergued�).
Inter�s:
xxxxx
(1 sobre
5)
Estado de conservaci�n:
Fachadas e interiores:
Correcto, pero con
modificaciones que han desfigurado el ingenioso dise�o de Gaud�.
Como llegar: En coche: El chalet se encuentra
a 139 Km. de Barcelona y 78 de Manresa, por la C-16 al llegar a
Guardiola de Bergad�, coger la carretera B-402 en direcci�n a La
Pobla de Lillet. En el Km. 9 hay una desviaci�n a mano derecha que
tiene la indicaci�n de Santuario de Falgars, desde aqu� se ha de
coger una pista se�alada de 6 Km. que lleva hasta el chalet. Con
buen tiempo se puede hacer el recorrido en coche aunque se
recomienda un veh�culo todo terreno. Tambi�n se puede ir a pie -
en una hora y media - desde La Pobla de Lillet (Barrio Coromines)
por un camino que est� se�alizado con marcas amarillas y largas.
En coche de l�nea: Empresa
Alsina Graells
llamar previamente al tel. +34 93 265 65 92. Barcelona - Manresa -
Berga - La Pobla de Lillet. Empresa Manel Mir Vila llamar
previamente al tel. +34 972 70 30 12. Ripoll -Campdev�nol - La
Pobla de Lillet. Los autocares no llegan al chalet.
En tren:
RENFE,
Barcelona-Ripoll o Campdev�nol. Coche de l�nea Manel Mir Vila (Tel.
+34 972 70 30 12). Ripoll-Campdev�nol-La Pobla de Lillet. Desde La
Pobla se tiene que seguir a pie o en coche.
Visitas: El edificio es actualmente una colonia de
vacaciones, el interior est� totalmente modificado para este uso.
Informaci�n: Tel�fono: +34 93 823 61 46 - email:
[email protected] Oficina
de informaci�n y Turismo: Parque Xesco Boix, s/n
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Historia:
Una
aclaraci�n previa:
El conocimiento de que el chalet del Catllar�s es una obra de
Gaud�, es reciente. Esta original construcci�n
pas� un largo periodo en que se ignoraba todo sobre la identidad de su
autor. Todav�a hoy seguimos sin ning�n documento conocido que demuestre la
autor�a del genial arquitecto. Las primeras cronolog�as de la obra de
Gaud� no inclu�an el chalet del Catllar�s. La primera referencia
documentada, la encontramos en el informe publicado por el arquitecto A.
Viladevall en la revista "Cortijos
y Rascacielos" de Madrid (n� 35 de 05-06-1946), que hace referencia a
una conversaci�n con Dom�nech Sugranyes Gras (colaborador de Gaud� en la
Sagrada Familia) en que este le asegur� que el genial arquitecto le hab�a
explicado su autor�a. Actualmente es generalmente aceptada la autor�a de
Gaud�, incluso por especialistas como el arquitecto Joan Bassegoda Nonell
titular de la C�tedra Gaud�.
El origen:
Las necesitados de energ�a para la producci�n de cemento en la
nueva f�brica del Clot del Moro que estaba construyendo (1901-1904) el
arquitecto Rafael Guastavino para la sociedad Asland de Eusebi G�ell i
Bacigalupi (Conde de G�ell), est�n en el origen de la construcci�n de este
chalet que G�ell (mecenas de Gaud�) le encarg� probablemente hacia el a�o
1901 .
Efectivamente, las minas de carb�n del Catllar�s estaban muy lejos de la
f�brica del Clot del Moro a la que iba destinada su producci�n y de
cualquier lugar habitado. Esto hizo necesario construir una vivienda para
los t�cnicos y otro personal que trabajaba en ellas.
Para levantar la construcci�n, se escogi� un lugar llamado "Els Prats",
cerca de las minas y en un entorno natural rodeado de campos de cultivo y
dehesas naturales, sin bosque, que permit�a una ampl�a visi�n sobre el
entorno de una gran belleza paisaj�stica.
La
construcci�n:
Se inici� en el a�o 1902 y se desarroll� en dos fases teniendo en cuenta
las desfavorables condiciones clim�ticas, con inviernos muy duros. Por
esta raz�n, durante la primera fase se construy� la estructura, los
cierres exteriores, la chimenea central y una parte de las viseras de las
ventanas, la que correspond�a a la planta baja. Posteriormente y en una
segunda fase, se completaron los trabajos supuestamente en el a�o 1903 .
El
abandono:
Despu�s de un periodo de intensa actividad productiva en las minas del
Catllar�s, en el a�o 1932 el chalet fue cedido al Ayuntamiento de La Pobla
de Lillet. Durante un periodo de fuerte inestabilidad pol�tica y de freno
de la actividad econ�mica, agravado adem�s por el triunfo del Noucentisme
que defend�a una est�tica y una concepci�n art�stica muy diferente sino
radicalmente enfrentada a la del Modernismo y Gaud�, el chalet vivi� un
progresivo deterioro que se iba haciendo m�s y m�s evidente, pese a
algunas intervenciones (v�ase m�s abajo "Las
reformas") que m�s bien serv�an para adaptarlo a nuevas aplicaciones
que no para asegurar una verdadera reconstrucci�n. Esta situaci�n se
agrav� como consecuencia de la guerra civil y la posguerra que dejaron el
chalet en un estado casi ruinoso.
Las reformas:
Ya en el a�o 1907, el chalet sufre las primeras reformas que consistieron
en un cambio de la pendiente de las viseras de las ventanas y en el
recubrimiento con cemento del z�calo inicialmente cubierto con guijarros
de r�o.
Nuevamente se tienen noticias de reformas en el a�o 1940 en que el
edificio se encontraba en condiciones francamente precarias.
A partir de 1971, el chalet padeci� nuevas modificaciones, para adaptarlo
a la nueva funci�n a que se destin�, que era la de Colonia de vacaciones,
que desfiguraron todav�a m�s su imagen inicial.
Se elimin� totalmente la escalera que era el
elemento central de la fachada y que ten�a una raz�n de ser pr�ctica,
siendo sustituida por una otra escalera met�lica sin ninguna relaci�n con
el proyecto original. Tambi�n se cambi� el recubrimiento inicial de la
fachada, por una cubierta de pizarra artificial.
Igualmente el interior padeci� importantes
modificaciones.
Descripci�n:
Aqu�
haremos un somero estudio de c�mo era el edificio original dise�ado por
Gaud�, puesto que la construcci�n en su estado actual, ha perdido muchas
de sus interesantes caracter�sticas.
Generalidades:
Se trataba de un edificio de tres plantas con dos viviendas por planta
(total seis), con una altura m�xima de 10 metros. La estructura tiene
forma de b�veda de ca��n con vertientes que forman las fachadas con
interesantes aperturas en forma de mansarda, cerrada a ambos lados por dos
paredes verticales con pocas aberturas y un saliente en la planta superior
de cada una, que conten�a los servicios.
La
cubierta y las chimeneas:
Es a la vez tejado y fachada y dentro de esta funci�n dual, las ventanas
pueden ser consideradas tanto como tales o como mansardas o tragaluces.
Inicialmente la base estaba recubierta por un z�calo hecho con guijarros
de r�o posteriormente recubierto con cemento. Esta cubierta estaba
coronada por un divisoria entre vertientes tambi�n decorada con piedras de
r�o y en su centro emerge una de las dos chimeneas - que recog�a los humos
de seis estufas sitas en las tres plantas del edificio -, la otra chimenea
adosada a la pared vertical de cierre de la b�veda, s�lo serv�a por
evacuar los humos de una habitaci�n de la planta baja.
Es remarcable la perfecta uni�n que Gaud� consigui� entre la cubierta y
los cuerpo de la escalera.
La escalera:
Uno de los elementos m�s interesantes de la casa era la escalera hoy
derruida. Esta escalera que estaba, como la actual, situada en la fachada
suroeste, adem�s de su funci�n como elemento de comunicaci�n entre las
tres plantas del edificio, contend�a en su interior los elementos
siguientes: En la planta baja dos entradas a las viviendas, dos lavaderos,
dos ba�os y una carbonera. En la planta primera tambi�n las dos entradas a
las viviendas, dos ba�os y un cuarto trastero. Podemos pues afirmar que
esta escalera no s�lo cumpl�a con su funci�n de comunicaci�n, sino que
adem�s presentaba una interesante plurifuncionalitat y contend�a elementos
esenciales para la vida al interior del edificio.
El interior:
Se caracterizaba por una sencillez casi espartana, eliminando todo lo
superfluo, los espacios in�tiles y maximizando la comodidad. Cada una de
las tres plantas del chalet ten�a dos apartamentos cada uno de ellos con
acceso directo a la escalera, en la planta baja se hallaban adem�s las
cocinas comedores.
Debido a la estructura del edificio, la superficie �til de cada planta se
iba reduciendo desde la primera a la tercera. Los apartamentos dispon�an
de divisiones interiores, menos en la planta superior, en que cada
apartamento dispon�a de un solo aposento (ver planos).
Los criterios de confort no eran s�lo marcados por el espacio disponible,
sino que tambi�n se ten�an en cuenta otras aspectos funcionales para
atribuir los apartamentos por categor�as profesionales. As� el personal de
mantenimiento y servicio se situaba en la planta baja, por lo tanto en un
�rea en contacto directo con el suelo, con el peor aislamiento t�rmico y
con los eventuales olores de las cocinas y comedores. El personal
directivo y t�cnico con sus familias se situaba en la planta intermedia,
en una zona con mejor aislamiento al estar protegido del exterior por las
plantas inferior y superior que actuaban como c�maras de aire. En el
tercer nivel, se supone que se alojaba el personal m�s subalterno o serv�a
como espacio de usos alternativos.
Conclusi�n:
En opini�n de Joan Bassegoda, Gaud� consigue en este edificio una
simbiosis perfecta entre la est�tica y la funcionalidad.
Esta simbiosis, es uno de los aspectos que m�s impresiona y fascina en
este edificio y en general en su arquitectura.
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