Los amigos de Gaud�:
La vida social de Gaud� nunca fue demasiada activa. Era m�s bien un alma
solitaria. Esto a pesar de todo, s�lo es v�lido en parte, puesto que mantuvo
relaciones con una gran coincidencia ideol�gica con mucho personajes que
conoci� por raz�n de su actividad profesional. As�, por ejemplo con
significados representantes de la Iglesia Cat�lica como el cardenal Vidal
i Barraquer que lo ayud� en su constante lucha por asegurar la
continuidad de la construcci�n del Templo de la Sagrada Familia.
Amigos de la infancia y la juventud, fueron sus compa�eros de escuela y de
las primeras incursiones en el estudio de aspectos culturales relacionados
principalmente con la historia de Catalu�a, Eduard Toda i G�ell y
Josep Ribera i Sans.
Tambi�n ten�a una relaci�n afectiva con algunos de sus colaboradores como
los escultores Carles Man� - al que ayudaba tanto como pod�a en sus
eternas dificultades econ�micas - y los Matamala (padre e hijo) -.
Tambi�n, pese a su mal car�cter, trataba con afecto y consideraci�n a los
trabajadores, en especial los de la Sagrada Familia. La mayor�a de las
personas que citaremos en este apartado, tambi�n se mencionan en el apartado
Colaboradores de Gaud�, puesto que la mayor�a de sus amigos fueron personas
que estaban relacionados con �l por cuestiones profesionales.
En 1878, Gaud� conoce al Conde de G�ell - Eusebi G�ell i Bacigalupi - esta
amistad ser� esencial en su vida y en su desarrollo profesional. Eusebi
G�ell estaba casado con una hija de Antoni L�pez - Marqu�s de Comillas - era
parte, pues de la familia m�s poderosa de Catalu�a y consecuentemente ten�a
un gran prestigio e influencia dentro de los ambientes industriales y
art�sticos de la �poca en Barcelona.
La amistad entre los dos hombres fue muy intensa. - ver a la derecha un
retrato del conde de G�ell -. Para esta familia construy� una parte
importante de su obra, como el Palacio G�ell, la
Cripta de la
Colonia G�ell y el Park G�ell, los
Pabellones G�ell, la
Bodega G�ell de Garraf, entre
otros trabajos.
Esta relaci�n con Eusebi G�ell fue el origen de otros contactos de Gaud� con
personajes muy significados dentro de la cultura catalana. As� se inici� una
relaci�n con Jacinto Verdaguer, el poeta que era sacerdote de la
familia del conde. Eusebi G�ell, sent�a una gran admiraci�n por Verdaguer y
su obra y Gaud� compart�a con el conde esta admiraci�n. Durante el periodo
1880-1890, todos tres tendr�an frecuentes oportunidades de dialogar sobre la
religi�n, la patria, la arquitectura y las relaciones de estos temas entre
s�.
Parece evidente que Verdaguer influenci� a Gaud�, en especial con su poema
la Atl�ntida - obra capital del catalanismo de la �poca -, que Gaud� ilustr�
con piedra y metal en su visi�n del jard�n de las Hesp�rides del edificio de
los Pabellones G�ell que Gaud� construy� para ser utilizados como
caballerizas del conde.
Naturalmente, dentro del �mbito religioso, adem�s del ya mencionado cardenal
Vidal i Barraquer, Gaud� tambi�n tuvo relaciones con importantes figuras
religiosas como el obispo Torres i Bages. Tambi�n debemos mencionar,
las figuras de Joan Baptista Grau i Villespin�s obispo de Astorga que
le hizo el encargo del Palacio Episcopal
de esta poblaci�n y el obispo Campins de Ciutat de Mallorca (Palma)
que le encarg� el proyecto de restauraci�n de la Catedral de la capital de
las islas.
El idealismo patri�tico de Gaud� que se empez� a manifestar en las visitas
con sus amigos Eduard Toda y Josep Ribera al monasterio de Poblet, entonces
en estado ruinoso, acab� a�os despu�s - en 1886 - llev�ndolo a ingresar en
la "Asociaci�n Catalanista de Excursiones Cient�ficas" que promov�a el
inter�s por la naturaleza y la arquitectura del pa�s desde un prisma no s�lo
catal�n, sino tambi�n profundamente catalanista. El inter�s de Gaud� por
estos temas era tan grande, que pronto fue designado para formar parte de la
junta rectora y cuidarse del patrimonio arquitect�nico. Su incorporaci�n a
la Asociaci�n, le permiti� establecer relaci�n con personajes como el
escritor �ngel Guimer�, el pintor Dionis Baixeras o el
escultor Pau Gargallo.
Uno sus compa�eros de su �poca de estudiante fue Salvador Labrador i
Anglada que m�s tarde fue el impulsor de la "*Sociedad Cooperativa
Obrera Mataronense", una cooperativa obrera textil basada en los principios
ut�picos de la colaboraci�n igualitaria entre obreros, artesanos y patrones,
principios con los que Gaud� simpatizaba. Gaud� realiz� varios proyectos
para esta cooperativa, no s�lo arquitect�nicos, sino tambi�n dise�os de
imagen empresarial y
logotipo
de la sociedad, proyectos en que colabor� su amigo Emili Caba�as. Es
aqu� donde conoci� la �nica mujer (Pepeta Moreu) con quien se le conoce
alg�n intento de relaci�n sentimental. Este trabajo signific� un periodo de
intensa relaci�n con Salvador Labrador, habiendo Gaud� de realizar
frecuentes viajes a Matar�, durante los cuales tuvieron la oportunidad de
conversar largamente sobre sus ideas sociales. Con Labrador, Gaud� tambi�n
compart�a su pertenencia al Ateneo Barcelon�s, importante centro catalanista
punto de encuentro de ciudadanos ilustrados.
Gaud� estuvo muy unido a algunos colaboradores suyos como Francesc
Berenguer al que conoc�a desde su infancia y a Josep
Maria Jujol. Por ambos sent�a un indiscutible afecto que era compartido
y que fue fundamental en la realizaci�n de construcciones como la Bodega
G�ell de Garraf - con Berenguer -, el Park G�ell o la
Casa Batll� - con Jujol -.
Gaud� tuvo una relaci�n muy intensa con el sacerdote Padre Gil Par�s i
Vilasau, primer encargado del culto en la Cripta de la Sagrada Familia y con
su hermano Ramon. Ambos, personas de un profundo sentimiento religioso,
fueron v�ctimas - habiendo ya fallecido Gaud� - de la persecuci�n religiosa
que se desarroll� al inicio de la guerra civil de 1936 a 1939 y murieron
asesinados.
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