GAUD� Y EL MODERNISMO EN CATALU�A / Arquitectura / Gaud� / Amigos de Gaud�

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ANTONI GAUD� I CORNET  (1852-1926)

Amigos de Gaud�

 [Catal�]
 GAUD� - El hombre - S�ntesis biogr�fica
Biografia ampliada:  Nacimiento e infancia   La saga de Gaud�   Estudios y primeras actividades profesionales   Finalizaci�n de los estudios de arquitectura   Inicios profesionales   La vida sentimental de Gaud�   La plenitud    �ltimos a�os 
Cronolog�a   Influencias   El pensamiento pol�tico y patri�tico de Gaud�   Amigos de Gaud�   Colaboradores de Gaud�
 La obra Obra arquitect�nica:   En Catalu�a   Fuera de Catalu�a
Estilos caracter�sticos:   Per�odo preliminar  Mud�jar-Morisco  G�tico evolucionado  Naturalismo expresionista  S�ntesis org�nica
Aspectos T�cnicos:   La t�cnica arquitect�nica de Gaud� Geometria y mec�nica  
Aspectos Decorativos:   La cer�mica   El mobiliario   El hierro y otros metales   Los vitrales
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Los amigos de Gaud�:Retrato del Conde Güell - Eusebi Güell i Bacigalupi -.
La vida social de Gaud� nunca fue demasiada activa. Era m�s bien un alma solitaria. Esto a pesar de todo, s�lo es v�lido en parte, puesto que mantuvo relaciones con una gran coincidencia ideol�gica con mucho personajes que conoci� por raz�n de su actividad profesional. As�, por ejemplo con significados representantes de la Iglesia Cat�lica como el cardenal Vidal i Barraquer que lo ayud� en su constante lucha por asegurar la continuidad de la construcci�n del Templo de la Sagrada Familia.
 Amigos de la infancia y la juventud, fueron sus compa�eros de escuela y de las primeras incursiones en el estudio de aspectos culturales relacionados principalmente con la historia de Catalu�a, Eduard Toda i G�ell y Josep Ribera i Sans.
Tambi�n ten�a una relaci�n afectiva con algunos de sus colaboradores como los escultores Carles Man� - al que ayudaba tanto como pod�a en sus eternas dificultades econ�micas - y los Matamala (padre e hijo) -. Tambi�n, pese a su mal car�cter, trataba con afecto y consideraci�n a los trabajadores, en especial los de la Sagrada Familia. La mayor�a de las personas que citaremos en este apartado, tambi�n se mencionan en el apartado Colaboradores de Gaud�, puesto que la mayor�a de sus amigos fueron personas que estaban relacionados con �l por cuestiones profesionales.
En 1878, Gaud� conoce al Conde de G�ell - Eusebi G�ell i Bacigalupi - esta amistad ser� esencial en su vida y en su desarrollo profesional. Eusebi G�ell estaba casado con una hija de Antoni L�pez - Marqu�s de Comillas - era parte, pues de la familia m�s poderosa de Catalu�a y consecuentemente ten�a un gran prestigio e influencia dentro de los ambientes industriales y art�sticos de la �poca en Barcelona.
La amistad entre los dos hombres fue muy intensa. - ver a la derecha un retrato del conde de G�ell -. Para esta familia construy� una parte importante de su obra, como el Palacio G�ell, la Cripta de la Colonia G�ell y el Park G�ell, los Pabellones G�ell, la Bodega G�ell de Garraf, entre otros trabajos.
Esta relaci�n con Eusebi G�ell fue el origen de otros contactos de Gaud� con personajes muy significados dentro de la cultura catalana. As� se inici� una relaci�n con Jacinto Verdaguer, el poeta que era sacerdote de la familia del conde. Eusebi G�ell, sent�a una gran admiraci�n por Verdaguer y su obra y Gaud� compart�a con el conde esta admiraci�n. Durante el periodo 1880-1890, todos tres tendr�an frecuentes oportunidades de dialogar sobre la religi�n, la patria, la arquitectura y las relaciones de estos temas entre s�.
Parece evidente que Verdaguer influenci� a Gaud�, en especial con su poema la Atl�ntida - obra capital del catalanismo de la �poca -, que Gaud� ilustr� con piedra y metal en su visi�n del jard�n de las Hesp�rides del edificio de los Pabellones G�ell que Gaud� construy� para ser utilizados como caballerizas del conde.
Naturalmente, dentro del �mbito religioso, adem�s del ya mencionado cardenal Vidal i Barraquer, Gaud� tambi�n tuvo relaciones con importantes figuras religiosas como el obispo Torres i Bages. Tambi�n debemos mencionar, las figuras de Joan Baptista Grau i Villespin�s obispo de Astorga que le hizo el encargo del Palacio Episcopal de esta poblaci�n y el obispo Campins de Ciutat de Mallorca (Palma) que le encarg� el proyecto de restauraci�n de la Catedral de la capital de las islas.
El idealismo patri�tico de Gaud� que se empez� a manifestar en las visitas con sus amigos Eduard Toda y Josep Ribera al monasterio de Poblet, entonces en estado ruinoso, acab� a�os despu�s - en 1886 - llev�ndolo a ingresar en la "Asociaci�n Catalanista de Excursiones Cient�ficas" que promov�a el inter�s por la naturaleza y la arquitectura del pa�s desde un prisma no s�lo catal�n, sino tambi�n profundamente catalanista. El inter�s de Gaud� por estos temas era tan grande, que pronto fue designado para formar parte de la junta rectora y cuidarse del patrimonio arquitect�nico. Su incorporaci�n a la Asociaci�n, le permiti� establecer relaci�n con personajes como el escritor �ngel Guimer�, el pintor Dionis Baixeras o el escultor Pau Gargallo.
Uno sus compa�eros de su �poca de estudiante fue Salvador Labrador i Anglada que m�s tarde fue el impulsor de la "*Sociedad Cooperativa Obrera Mataronense", una cooperativa obrera textil basada en los principios ut�picos de la colaboraci�n igualitaria entre obreros, artesanos y patrones, principios con los que Gaud� simpatizaba. Gaud� realiz� varios proyectos para esta cooperativa, no s�lo arquitect�nicos, sino tambi�n dise�os de imagen empresarial y
Retrato de Jujollogotipo de la sociedad, proyectos en que colabor� su amigo Emili Caba�as. Es aqu� donde conoci� la �nica mujer (Pepeta Moreu) con quien se le conoce alg�n intento de relaci�n sentimental. Este trabajo signific� un periodo de intensa relaci�n con Salvador Labrador, habiendo Gaud� de realizar frecuentes viajes a Matar�, durante los cuales tuvieron la oportunidad de conversar largamente sobre sus ideas sociales. Con Labrador, Gaud� tambi�n compart�a su pertenencia al Ateneo Barcelon�s, importante centro catalanista punto de encuentro de ciudadanos ilustrados.
Gaud� estuvo muy unido a algunos colaboradores suyos como Francesc Berenguer al que conoc�a desde su infancia y a Josep Maria Jujol. Por ambos sent�a un indiscutible afecto que era compartido y que fue fundamental en la realizaci�n de construcciones como la Bodega G�ell de Garraf - con Berenguer -, el Park G�ell o la Casa Batll� - con Jujol -.
Gaud� tuvo una relaci�n muy intensa con el sacerdote Padre Gil Par�s i Vilasau, primer encargado del culto en la Cripta de la Sagrada Familia y con su hermano Ramon. Ambos, personas de un profundo sentimiento religioso, fueron v�ctimas - habiendo ya fallecido Gaud� - de la persecuci�n religiosa que se desarroll� al inicio de la guerra civil de 1936 a 1939 y murieron asesinados.

 
 

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