Historia:
Las disposiciones en
materia de higiene dictadas por Carlos III en el siglo XVIII que
obligaban a la eliminaci�n de los antiguos cementerios parroquiales,
obligaron a trasladarlos fuera de los centros urbanos en que hab�an
estado hasta entonces. La aplicaci�n de estas disposiciones fue muy
dilatada en el tiempo, por las evidentes dificultades de orden
pr�ctico que generaban en las �reas urbanas, pero tambi�n en las
zonas rurales. Esta situaci�n es el origen de la creaci�n del
Cementerio de Olius.
Para cumplir estas disposiciones gubernamentales, se encarg� en el
a�o 1915 al arquitecto diocesano de Solsona - di�cesis a la que
pertenece el municipio de Olius - Bernard� Martorell i Puig, hombre
de confianza del entonces obispo de Solsona - m�s tarde nombrado
Cardenal Francesc d'Assis Vidal i Barraquer -.
Bernard� Martorell i Puig, disc�pulo de Gaud�
- que influye fuertemente en su estilo -, fue un arquitecto
modernista tard�o, en el que este estilo iba siendo sustituido por
el Noucentisme. De hecho, en la capital del pa�s - Barcelona -, en
estos a�os casi no se constru�an ya, ni por los m�s entusiastas
arquitectos modernistas, edificios de este estilo. Pero, la fuerza
con que el modernismo hab�a arraigado en toda Catalu�a, una fuerza
basada en la potente convicci�n nacional del pueblo catal�n, hac�a
que este estilo hubiera entrado profundamente en el imaginario
colectivo como un sin�nimo de emancipaci�n nacional.
Martorell i Puig era tambi�n sobrino de otro gran arquitecto
modernista, Joan Martorell i Montells (1833-1906) que propuso a
Gaud� como arquitecto de la Sagrada Fam�lia.
Con estos antecedentes, no es extra�a la preferencia de Bernard� por
este estilo con el cual construy� numerosos edificios religiosos y
laicos. As�, pues, el modernismo quiz�s hab�a retrocedido en
Barcelona, pero el resto del pa�s lo sent�a como suyo y lo segu�a
utilizando como elemento arquitect�nico y art�stico para la
realizaci�n de toda clase de obras de arte. Este fue el caso del
cementerio de Olius. De las vicisitudes de la construcci�n, se
conservan algunos documentos, como la petici�n hecha el 2 de febrero
de 1916 por el rector Padre Melit� Perarnau, que pide permiso al
obispo para bendecir el nuevo cementerio. Otro documento del 1 de
octubre de 1916 detalla el coste de la obra que fue de 2.431'-
Pesetas de la �poca (14,61 Euros), tambi�n detalla las
contribuciones de los vecinos para sufragar el coste de la obra en
proporci�n a su capacidad econ�mica.
El hecho de que los habitantes de Olius hayan mantenido, desde su
construcci�n hace m�s de noventa a�os, con amor y respeto su
cementerio evitando introducir elementos extra�os, ha permitido
conservar su estilo y belleza primitiva.
El arquitecto:
Bernard�
Martorell i Puig (1877-1937) nace en Barcelona, curiosamente
en una calle - Pasaje Bernat Martorell - que llevaba el nombre de un
ilustre pol�tico y escritor antepasado suyo.
Acaba la carrera de arquitecto en el a�o 1902 y muy pronto acaba sus
primeras obras en el a�o 1904, se trata del Colegio de las
Teresianas, en Vinebre y Can Ferran en Arenys de Mar.
Muy pronto empieza su actuaci�n como arquitecto diocesano no s�lo en
Solsona, sino tambi�n en Barcelona y Tarragona. Para la di�cesis de
Solsona firma en el a�o 1917 el proyecto de la iglesia de Puigreig,
en 1919 la de Figols de les Mines, en 1928 la de Mollerussa.
Previamente certifica varias obras en iglesias del obispado, adem�s
de las obras del seminario conciliar de Solsona el a�o 1918 y la
iglesia de Lladurs, el a�o 1921. Quiz�s, su obra m�s importante en
el obispado es el cementerio de Olius.
Es autor de otros edificios religiosos como el Convento de
Valldonzella de Barcelona (1916), la iglesia y convento de las
Oblatas de Bellesguard (1929), la iglesia de Sant Agust� de Sabadell
(1932), Iglesia de los Escolapios de Sabadell (1924), Colegio de las
Teresianas de Tarragona (1926), Iglesia del Sant�ssim Redentor de
Barcelona (1926), la iglesia parroquial de Nav�s (1931).
Edificios civiles a se�alar son: las Escuelas de Capellades y la
bodega de la Cooperativa de Cambrils (1921), Can Montal en Arenys de
Mar (1921), la casa de Joaquim
Duran i Barraquer en Sitges (1929). Una obra muy importante en
Solsona es el Hotel Sant Roc, que aunque empezado por el arquitecto
Ignasi Oms i Pons�, fue continuado y acabado a su muerte por
Bernard� Martorell.
La guerra civil (1936-1939) fue fat�dica para Martorell, puesto que
fue encarcelado a su inicio, probablemente debido a sus convicciones
religiosas y su trabajo para la Iglesia cat�lica. En el a�o
siguiente 1937, muri�.
Descripci�n:
El cementerio
ocupa un espacio de rocas ca�das, rodeadas de encinas, en que
pr�cticamente no se ha alterado el entorno natural. Se combinan,
pues, un s�mbolo de la muerte, las rocas ca�das y un s�mbolo de la
vida, las encinas siempre verdes -. La encina es un �rbol de hoja
perenne, muy t�pico del pa�s. Estos elementos - muerte y vida -
siempre est�n simb�licamente presentes en un cementerio cristiano.
La entrada est� formada por un arco parab�lico t�picamente
gaudiniano, de una gran sencillez y elegancia, que encontramos al
subir por una ampl�a escalinata de piedra r�stica. Esta puerta, no
es la abertura de una valla de piedra, como es habitual en todos los
cementerios catalanes, sino que es un elemento edificado entre dos
enormes piedras, que con otros elementos naturales sirven de cierre
al recinto.
En el interior aparece un espacio relativamente ancho de planta
irregular, adaptada al terreno, d�nde las tumbas y los panteones en
buena parte excavados en las rocas, siguen el sentido ascendente de
la monta�a.
Sobresale una esbelto acopio de peque�as piedras en forma c�nica que
culmina en una t�pica cruz gaudiniana de cuatro ramas - siendo el
punto m�s alto del cementerio -. Al pie de esta construcci�n
encontramos la tumba de los rectores de Olius, de muy sencilla
factura con una estrella circular de un di�metro aproximadamente de
un metro en que figura siguiendo el c�rculo la declinaci�n en latin
de la palabra "Muerte".
Por todo el recinto encontramos, tal y como ya hemos dicho,
panteones cortados en la roca, pero tambi�n sencillas cruces de
hierro forjado y en todas ellas el nombre de las personas enterradas
y la fecha de su muerte como �nicas inscripciones. El mausoleo m�s
importante es una sencilla capilla construida de piedra r�stica a la
derecha de la entrada del cementerio.
El cementerio de Olius integrado en la naturaleza y el paisaje de su
entorno, es un modelo de imaginaci�n, expresividad, libertad,
fantas�a y una expresi�n funeraria del arte Modernista popular �nica
en Catalu�a y el mundo.
Comparaci�n
con otras obras modernistas funerarias:
En Catalu�a podemos
encontrar muchas muestras de tumbas y panteones modernistas
Arenys, Barcelona, Canet de Mar,
Figueres, Lloret de Mar y muchos otros, muy interesantes y dignos de
ser visitados, pero como conjunto, el cementerio de Olius es �nico.
Lo mismo podemos decir de otros monumentos f�nebres en otros pa�ses
- recordamos a guisa de ejemplo el Crematorio de la Chaux de Fonds
en Suiza, algunos panteones de los Cementerios de Mil�n y G�nova en
Italia, el Cementerio de Comillas en
Cantabria en Espa�a (obra, por cierto, de nuestro
Llu�s Dom�nech i
Montaner) y muchos otros en varios pa�ses europeos e incluso
americanos como algunos panteones del Cementerio de La Habana en
Cuba, en Brasil o en Argentina. En general encontramos en todos
ellos espectaculares dise�os modernistas de un talante m�s bien
aristocr�tico en contraste con la sencillez y el esp�ritu popular y
rural de Olius. |